lunes, 12 de septiembre de 2022

El funeral de Dios. Thomas Hardy traduccion Pablo Queralt.

 


 El funeral de Dios

 

I

Vi un tren que avanzaba lentamente

Delineando en las cejas de ojos rasgados, encorvados y canosos

Siguiendo en fila a través de una llanura crepuscular

Una forma extraña mística el primer aburrimiento.

 

II

 

Y por latidos contagiosos del pensamiento

O conocimiento latente que dentro de mi yacía

Y ya me había revuelto estaba yo forjado

A la conciencia del dolor incluso como ellos.

 

III

 

La forma adelantada a mis ojos borrosos

Al principio parecía como un hombre pero luego cambió

A una nube amorfa de tamaño maravilloso,

A veces dotado de alas de glorioso alcance.   

 

 

IV

 

Y esta diversidad fantasmal

Alguna vez lo poseyeron mientras avanzaban:

Sin embargo a lo largo de todo, simbolizaba no obstante 

Potencia vasta y bondad amorosa fuerte. 

 

V

 

Casi antes de darme cuenta me incliné

Hacia las columnas en movimiento sin una palabra

Ellos creciendo en número y volumen a medida que avanzaban

Tacharon los pensamientos enfermizos que se podían escuchar. 

 

 

VI

 

Oh figura proyectada por el hombre, últimamente

Imaginado como nosotros, tu toque quien sobrevivirá?

De donde vino la tentación de crear

Alguien a quien ya no podemos mantener con vida?

 

 

 

VII

 

 

Enmarcándolo celoso, feroz al principio

Le dimos justicia a medida que pasaban las edades

Voluntad de bendecir a aquellos que por circunstancias agraviadas

Y por longanimidad y muchas misericordias.

 

 

 

VIII

 

Y engañados por nuestro propio sueño temprano

Y la necesidad de consuelo nos engañamos a nosotros mismos

Nuestra creación pronto nuestro hacedor consideramos

Y lo que habíamos imaginado lo creímos.

 

IX

 

Hasta que en el vaivén incesante y sigiloso del tiempo

Realidad grosera e intransigente

Destrozado el monarca de nuestra creación 

Quien tembló se hundió y ahora ha dejado de ser.

 

 

X

 

Así hacia el olvido de nuestro mito

y de labios lánguidos nos arrastramos y buscamos a tientas

Más anochecidos y tristes que los que lloraban en Babilonia

Cuya Sion era una esperanza aún permanente.

 

XI

 

Que dulce fue en años lejanos

Poner en marcha las ruedas del día con oración confiada

Acostarse ligeramente en el atardecer

Y sentir la bendita seguridad de que estuvo allí!

 

XII

 

Y quien o que ocupará su lugar?

Hacia donde volverán los vagabundos distraídos ojos?

Para alguna estrella fija para estimular su ritmo

Hacia el objetivo de su empresa?

 

 

 

 

 

 

XIII

 

Algo en el fondo, entonces vi

Dulces mujeres, jóvenes, hombres todos incrédulos

Que repicaban como uno: esta figura es de paja,

Esta burla de réquiem. Todavía vive para nosotros!

 

 

XIV

 

No pude sostener su fe y sin embargo

A muchos había conocido: con todos los compadecí

Y aunque me quedé sin palabras, no olvidé

Que aquello por lo que se lloraba, yo también lo había apreciado una vez.

 

 

 

 

 XV

 

Aun así como soportar tal perdida que consideré

La pregunta insistente para cada mente animada

Y mirando a mi creciente vista parecía

Un brillo pálido pero positivo en la parte baja de atrás.  

 

 

XVI

 

Lo cual para levantar la noche general

Ciertos pocos que se mantuvieron al margen habían dicho

Te veo en el horizonte esa pequeña luz Se hincha un poco?

Cada uno de los dolientes negó con la cabeza.

 

 

 

 

XVII

 

Y formaron una multitud de los cuales

Algunos eran muy buenos y muchos casi los mejores

Así aturdido y desconcertado entre el brillo y la oscuridad

Mecánicamente seguí con el resto.

17

 

 

 

“God’s Funeral

Publicado originalmente en el “Fortnightly Review” de marzo de 1922

I
I saw a slowly-stepping train —
Lined on the brows, scoop-eyed and bent and hoar —
Following in files across a twilit plain
A strange and mystic form the foremost bore.

II
And by contagious throbs of thought
Or latent knowledge that within me lay
And had already stirred me, I was wrought
To consciousness of sorrow even as they.

III
The fore-borne shape, to my blurred eyes,
At first seemed man-like, and anon to change
To an amorphous cloud of marvellous size,
At times endowed with wings of glorious range.

IV
And this phantasmal variousness
Ever possessed it as they drew along:
Yet throughout all it symboled none the less
Potency vast and loving-kindness strong.

V
Almost before I knew I bent
Towards the moving columns without a word;
They, growing in bulk and numbers as they went,
Struck out sick thoughts that could be overheard: —

VI
‘O man-projected Figure, of late
Imaged as we, thy knell who shall survive?
Whence came it we were tempted to create
One whom we can no longer keep alive?

VII
‘Framing him jealous, fierce, at first,
We gave him justice as the ages rolled,
Will to bless those by circumstance accurst,
And longsuffering, and mercies manifold.

VIII
‘And, tricked by our own early dream
And need of solace, we grew self-deceived,
Our making soon our maker did we deem,
And what we had imagined we believed,

IX
‘Till, in Time’s stayless stealthy swing,
Uncompromising rude reality
Mangled the Monarch of our fashioning,
Who quavered, sank; and now has ceased to be.

X
‘So, toward our myth’s oblivion,
Darkling, and languid-lipped, we creep and grope
Sadlier than those who wept in Babylon,
Whose Zion was a still abiding hope.

XI
‘How sweet it was in years far hied
To start the wheels of day with trustful prayer,
To lie down liegely at the eventide
And feel a blest assurance he was there!

XII
‘And who or what shall fill his place?
Whither will wanderers turn distracted eyes
For some fixed star to stimulate their pace
Towards the goal of their enterprise?’…

XIII
Some in the background then I saw,
Sweet women, youths, men, all incredulous,
Who chimed as one: ‘This is figure is of straw,
This requiem mockery! Still he lives to us!’

XIV
I could not prop their faith: and yet
Many I had known: with all I sympathized;
And though struck speechless, I did not forget
That what was mourned for, I, too, once had prized.

XV
Still, how to bear such loss I deemed
The insistent question for each animate mind,
And gazing, to my growing sight there seemed
A pale yet positive gleam low down behind,

XVI
Whereof, to lift the general night,
A certain few who stood aloof had said,
‘See you upon the horizon that small light —
Swelling somewhat?’ Each mourner shook his head.

XVII
And they composed a crowd of whom
Some were right good, and many nigh the best….
Thus dazed and puzzled ‘twixt the gleam and gloom
Mechanically I followed with the rest. 

 

 

 

 

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