domingo, 10 de marzo de 2019

Terminal- Thom Gunn. Traducción de Pablo Queralt y Agustin Etchebarne.



La diferencia de ocho años en la edad parece ahora
Una disparidad tan amplia entre los dos
Que cuando veo al hombre que armado estaba de pie
Resistente a toda ayuda por buena que sea
Ahora ayudado a través del día mismo, se acomodó en las sillas
O bien conducido paso a paso abajo por las largas escaleras
Con firmeza y suavidad guiado por sus amigos
Que lo aman, a través de cada esfuerzo por descender,
Cada vacilación, cada intento hecho para completar
Un arco de movimiento y derribar los pies,
Como si con esa fuerza de repuesto que solía disfrutar,
Pienso en Edipo, viejo, dirigido por un niño.






lunes, 4 de marzo de 2019

Capuchina- Thom Gunn. Traducción Pablo Queralt y Agustín Etchebarne.


Nacido en un lote de residuos amargos
Trabajaste hasta la luz,
Agrupando la fuerza que tenías
Y quedándote fuera de vista
A través de un agujero de nudo por fin,
Para salir al sol
Como sin un pasado
Terminado con ello, recomenzado.

Ahora en la cerca del lado de la calle
Tomás algunas verdes vueltas,
Se vuelven ágiles en la indiferencia
Antes de que las primeras flores se quemen.
De la pobreza  la prisión
Y la desnutrición
Un pródigo se ha alzado,
El gasto propio, nunca gastado.

Concha amarilla irregular
Y espolón inclinado detrás
No rara, pero hermosa
- belleza callejera- a medida que te enroscas
Y saltas, agarre tras agarre,
Un fugitivo de oro
Todavía corriendo, esparciendo oro
De lado a lado todo el día.





UNA FIESTA DE ANIVERSARIO- Del libro Perambulans in noctem de Yves Bonnefoy. Traducción Pablo Queralt.












Que hermosa reunión esta noche en los jardines de esta antigua mansión del boulevard Saint Germain! Muchos amigos están aquí a quienes les gusta estar juntos, algunos años después, si fuera posible por siglos. 

Pero lo que me sorprende es que son, algunos de ellos, mucho más que lo habitual. John que llega de Oxford donde estudia, es una vieja mujer toda achacada, su pelo blanco desordenado, esta hermosa sonrisa.
Este hombre de hombros estrechos con rasgos huecos, ojos inquietos buscando los míos, pero es la pequeña Jeanne que se ha convertido en la gran escritora, o en una pintora de un siglo bien terminado- es este Elsheimer, es este Dante? Entonces yo veo que él me hace el honor, probablemente por malentendido, de hablar conmigo. Yo hubiera esperado de su parte una postura muy noble, con una mirada fría o distante, no, son solo dos manos temblorosas, excepto que sus dedos están muy apretados en una pequeña bola de goma amarilla: para este amigo de siempre, es todo lo mismo también o todavía la pequeña Jeanne con su sabido vestido a rayas, con sus faldas demasiado largas.

Y a nuestro alrededor que inquietud tengo y creciendo y esos hombres y esas mujeres altas algunos enmascarados gritando su felicidad en este sol, que ahoga sus voces y risas en el deslizamiento de sus sombras! 

Voy a uno que esta un poco apartado, donde las losas de la terraza se van convirtiendo gradualmente en césped. Es joven, viejo, hombre, mujer, me contestará en francés, en italiano, en inglés o en uno de esos idiomas desde el azul lejano o desde el fondo del tiempo del que ignoro todo, como saber?  Ocre, amarillo, pronto vagamente ocre rojo su pullover, pero ya completamente roja la bufanda que se anudó encima. Alejémonos de él, les digo. Ves este camino tan desordenado que cruza el césped apacible? Estos arbustos altos y espinosos, estos nidos acostados dentro, casi bloqueando el camino, y ahora estos enormes robles con viento pero también desde abajo, muy abajo del abismo, donde descendemos poco a poco, estas zarzas y moras que nos gustaba recoger, te acuerdas? Aquí estamos en el bosque, amigo mío. Es oscuro, es áspero y salvaje, nuestro camino se pierde allí, estamos en el medio de nuestras vidas no es así? Vamos a encontrarnos con esas extrañas bestias… La lonza, no?
Quién es usted ? exclama horrorizado.

Quién soy? Como saber? Qué ropa me roba, de lo que podría haber sido mi vida? te tomo de la mano, adolescente que eras, no te resistas, te arrastro bajo la cubierta de los grandes robles, tendremos miedo, será oscuro, serán estas bestias las que yo decía, pero pronto veremos brillar esta estrella en la cima de una colina, y de pronto…  
      





Que has visto? Que has oído?


Visto nada. Me imagine que estaría allí, puedo gritar “pero eres tú…?”  Allí estos árboles, estas bestias, incluso estas piedras, me dices no existen. Retiras bruscamente las cortinas de los árboles, ¡nadie! Y por lo tanto no hemos oído?


Si, una voz.


Yo escucho. Que son estos golpes, sordos, irregulares, impetuosos? Nada más que voces de niños, sus disputas en el jardín donde juegan, tan tarde ahora en la oscuridad… Ah, mi amigo, es cierto que allá abajo, como aquí y allá no hay luz excepto de noche, por la noche?

Voy, es un camino muy estrecho que serpentea detrás del pueblo. Setos que lo bordean pero por sus claros que son numerosas veo un poco de una llanura inmensa que un resto de sol colorea. Muy conmovedor en este país que bordea el mar Báltico la forma en que lo lejano se hace horizonte, lo visible de lo indistinto, los colores de las napas del silencio. Voy, se que pasaré por una casa que la cubre sus grandes árboles, y ahí es donde juegan estos niños, parece interminable. Voy. Las hojas ya secas caen de las ramas altas, polvo de oro. Y pasan por encima de mí cantando lor lai un vuelo de grullas que durante unas semanas de cada otoño se juntan cerca de aquí, estoy aquí donde estoy y me gusta vivir.