Pescador
Otros miles de años
La luna madre de muchos ríos,
Creció joven de nuevo.
Le podría pasar a cualquiera
Cuyo ser se atenúa y ensancha
Como llevado por el viento.
Un hombre por ejemplo,
Sentado muy quieto en su red de huesos,
Sumergido en la vejez hasta los ojos,
Cuando la marea retrocede, sus brazos
Arrastrados a sus lados
tan huecos como cañas.
Otros miles de años,
Cada doce horas,
Cada vena del valle vuelve a llenar su jeringa
Al pensar en la luna:
La hierba del pantano eriza sus pelos
Y los árboles hablan con sombras en sus voces.
Un hombre por ejemplo
Sentado muy quieto en su red de huesos,
Sumergido en la vejez hasta los ojos,
Cuando la marea regresa corre
Persiguiendo el rayo de un salmón.
El pasante
Esa noche esos postes de la cerca muy delgados
Luchaban por salir del barro otra vez
E inmediatamente comenzó la comida, hubo
Ese revoloteo de servilletas blancas de zancudos apresurándose
Estaba esa garceta vieja y doblada
Empujando y balanceando su cuchillo y tenedor
Y tantos lodazales mucosos
Tanta garganta suave chupando mis pies
Pensé ten cuidado esto es lodo profundo esto es
Boca pura tiene tales músculos labiales
Cuál succión de besos húmedos
Al más mínimo contacto se pega a tus manos
Ahí va ese playero común hasta su barbilla en
El plato hirviendo de papilla y
Toda la noche ese sonido de alimentación que se filtra
De humedad digiriendo pequeñeces
Y luego me arrastre sobre la hierba gris
Y todas esas vainas de comida viscosa estallan debajo de mi
Pensé saber de quién era la lengua
Pisando y bajo cuyo ojo cerrado
Cada zapato cada caparazón cada media
Cada hueso estará abarrotado.
Para mi malestar la comida seguía y seguía
Estaban esas colas de juncos
Sumergiendo sus pajitas en los muertos
Hubo una marea astuta que se lleno rápido
Pensé realmente que debía tener pies palmeados
Debería tener alas blancas para caminar acá.
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