domingo, 19 de agosto de 2018

TODAVÍA JUNTOS- Yves Bonnefoy- Traducción Pablo Queralt







  
LA SEPTIMA ESTRELLA


Es latin?

No, es demasiado cambiante.

Es griego?

Yo allá aproximé la mano con confianza, sabe Dios!
Pero ha procurado morderme.

Y allí por lo bajo? Una voz?

No, es un ruido.

Es una voz, ya te dije. Un ruido puede ser,
pero con la risa  en ella… no llanto.

Un voz? Más bien un astro de la noche.

Vamos entonces! Tan grande, tan agitado?

Es su reflejo, sobre el agua. Cuando la luna esta sobre el agua
invade el estanque, la mar se desborda, los locos gimen.


Mira es su cabeza allí chorreando. Y ella nos mira. Soy yo. Soy yo.

Yo tengo miedo.

No a nada miedo. Ella tiene dos manos que son suaves.
Tú allí posas tu frente, tus sueños se desvanecen.
Incluso tu la llevas en tus brazos.

Ella será quién soy? Incluso yo existo?

Ella lo sabe todo. Se levanta por la mañana,
ella apoya su pie desnudo sobre las losas,
ante el mundo.

Entra ella a la estación? Su creciente ruido
desde hace un momento en el campo. Y todo
alrededor era el desierto, en esos años,
porque apenas si era de día, nosotros 
teníamos sobre la espalda nuestras grandes mochilas.


Es verdad que ella es también esta niebla
que tu amabas, a través de los viñedos.
Este pájaro que parecía acompañarte cantando,
volando cerca de ti de árbol en árbol.


Había charcos, había llovido. Dime tu nombre
Mi nombre? Tu sabes bien que es un nombre?


Alguna cosa, como un reflejo,
el canto de las ranas en el agua,
esos gritos a continuación por debajo, esos chapoteos,   
y esa luz amarilla que se mueve, que va aumentando.
No me digas tu nombre! Acepta que es la séptima
estrella y que todo alcanza un fin.








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