POEMAS PARA TRUPHEMUS- Yves Bonnefoy- Traducción Pablo Queralt
UN CAFÉ
Ese hombre y
esa mujer,
su largo
silencio inquieta la luz,
el viento
sobre sus manos, que están inmóviles.
Pintor,
anima sus dedos
con un poco
de color claro. Que sea
ya como un
resto de día en la noche que cae.
Y uno,
luego,
se moverá y
temblará. La mesa
es el
ángulo, justo debajo de las ventanas
por las
cuales son visibles los altos
del cielo de
la noche.
Esos
cristales? No un prisma. Y su rayo
que busca en
la penumbra
de la
habitación.
Aquí nada
más que el mundo. Allá, afuera el exterior,
la esperanza
que vuelve
fatigada por
su larga jornada,
por
cualquier lugar de la ciudad.
Ah, mis
amigos
pasen, todo es
un río. Como aprender
a vivir, es
decir a morir? Un poco de tiempo
para eso
cuando el café esta cerrado.
Tantos malentendidos!
Pero sobre el lienzo
que parece
inacabado, estos vasos vacíos
pero que brillan,
un poco. Esto puede ser el anillo,
de dos vidas
que se fusionan.
Muy lindo.Un placer atravesar esas imágenes.
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