TODAVÍA JUNTOS- Yves Bonnefoy- Traducción
Pablo Queralt
II
Copa de la
confianza,
en forma de
arcilla de los grandes vocablos,
nosotros
sabemos bien
que esta
forma es informe, pero que importa
amar nos
prueba más. Yo había elegido
en la
ilusión feliz de un primer día,
una piedra
de safre. Oh mi amigo
mantengamos
su hermoso nombre.
Tomo tu
mano, este ritmo de la muñeca,
que es el
río.
Y nuestras
manos se buscan, se encuentran, se aman,
hemos dado
forma a una nueva vida,
la copa solo
nace de nuestras palmas
se rozan, se
chocan, se superponen
en esta
arcilla, el deseo, en el amor, ese voto.
Y entonces,
en el hueco de arcilla, estos ojos nuevos,
esto fue,
nosotros lo percibimos,
el mismo
brillo que tuvimos,
que nos
hubiera gustado ver bien temprano antes del amanecer,
debajo de la
cima todavía indistinta
de nuestras
montañas bajas: y aquellos aprestos
silenciosos
como el metal candente
de la
inmensa dulzura que será el alba!
un árbol
después otro árbol parecido
todavía
negro, todavía crudo con esos signos
que ellos
parecen dibujar en el fondo de la bruma
que un Dios
indulgente concibió,
si perfecta
era ella,
esta tierra
para conciliar espíritu y vida.
Los anillos
que nosotros no acariciamos en nuestros dedos
ese lugar
es,
evidencia
sin prueba, suficiente.
Esta era la
realidad, en que nos desvanecíamos,
el error de
esperar compartir
un día, su
bajo empuje, invencible?
Esta
pendiente azul hacia debajo de nuestro camino,
la barrera
del silencio de la madera de nuestro umbral,
altos son
los humos. Visible es el ser,
y el ser es
quién reúne. O usted y usted,
vida nacida
de nuestra vida,
me tiendes
tus manos, que se juntan,
tus dedos
son a la vez lo uno y lo múltiple,
tus palmas
son el cielo y sus estrellas.
Eres también
quién tiene el gran libro,
no eres quién
lo hace nacer y eleva
páginas
cargadas de signos, de su abismo
que es
aquello que espera su nombre.
Yo recuerdo.
La noche
había sido la tormenta hermosa
después, los
cuerpos en desorden
la
aquiescencia cómplice del sueño.
El día que
el niño entró en la habitación.
La mañana,
esto fue
la
comprensión real de los frutos vistos en el sueño,
apaciguar la
sed. Y que la luz
puede
inmovilizarse, es la felicidad.
Yo recuerdo.
Es este mi recuerdo?
O es la
imaginación? Fácilmente transitable
la frontera
incierta entre todo y nada.
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