Bacchanalia
I
Llega la tarde los campos están quietos
El tintineo del riachuelo sediento,
Sin ser escuchado en todo el día asciende de nuevo;
Desierta esta la llanura a medio sesar
Silencien las franjas! El carro que suena
El grito de cortacéspedes, el carro que suena
Todos dentro de las granjas para dormir!
El negocio del día está hecho,
El ultimo labrador que queda se ha ido
Y del tomillo sobre la altura
Y de la blanca flor de sauco
Y palidos escaramujos en el seto
Y de la planta de menta en la juncia,
En bocanadas de bálsamo sopla el aire de la noche
El perfume que el día renuncia.
Y en el horizonte puro, lejano,
Mira palpitando con la estrella primogénita,
El cielo liquido sobre la colina!
Llega tarde los campos están todavía.
Holgazaneando y paseando
Con paseo con limites-
Parpadeando y dando vueltas
En filas y en rondas
Alegremente su verde bastón de pino
Tirando en el aire
Suelta sobre sus hombros blancos
Duchándose el pelo
Mira las Ménades salvajes
Rompe con la madera
Juventud y Iacchus
Enloqueciendo su sangre.
Mira por la tierra tranquila
Los disturbios pasan
Arrojan los montones frescos
Pisotea la hierba.
Lagrima del seto rayado
Guirnaldas su premio;
Llena de deportes los campos
Llena de con sus gritos.
Pastor que te pasa entonces?
Pastor por que mudo?
Adelante con tu canto gozoso!
Adelante con tu flauta!
No tienta la juerga alegre?
No atraes sus gritos?
No brillan sus hombros lisos?
No se derriten sus ojos?
No es en mejillas como esas
El rubor precioso?
-ah así estaba el silencio
Así fue el silencio!
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