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Yendo al oeste.
El tren sale de Nueva York, sale del tunel: la nieve
de ayer
en las esquinas de los tejados, en los surcos de los
campos arados,
bajo el abrigo de los árboles desnudos,
a un lado de las carreteras y un banco de arroyos
donde el sol de la mañana no lo alcanzaba
corrientes turbulentas que corren en veinte
corrientes paralelas;
pendientes que muestran en la cima una franja
oscura de bosques desnudos.
Trozos de lluvia de carbón en el techo del coche,
sale humo del motor frente a la ventana
y en la tierra llana al lado de los rieles
la nieve se mueve de un lado a otro.
A la mañana siguiente, al otro lado de los lotes,
bloques de casas nuevas;
viejas casas de madera con porches traseros
frente a las vías;
el patio del ferrocarril se ensancha y el suelo está
uniformemente revestido de rieles
y estamos en
Los campos planos a ambos lados cubiertos
de tallos secos de maíz,
rotos un poco por encima del suelo y plano sobre
la tierra negra;
hielo en los huecos; caballos peludos
trotarnlejos del tren; un potro con pezuña levantada
nos mira; torres vigas de acero, en una fila sin fin,
llevan cables en tres pares
de brazos a través
de los campos. Un rayo
para planos de guía
destellando e la noche.
Por fin solo brilla la estrella de la mañana;
la llanura está cubierta de escasa hierba amarilla;
una gran manada de ganado, ganado rojo con caras
y patas blancas,
Colinas con cimas planas, nieve en los huecos
de las laderas empinadas
un puente de cemento con una nueva baranda
brillante;
suelo rojizo; sobre una cresta de colinas
montañas negras mantos de nieve a los lados
montañas negras veteadas de nieve.
Colinas bajas y onduladas cubiertas de salvia;
ni casa ni ganado. Por
el anochecer esta nevando.
El suelo oscuro es plano para el río,
brillante con el amanecer
más allá se elevan las montañas azules purpúreas
el azul del cielo se vuelve púrpura, en el que brilla
una estrella.
El desierto está blanco de nieve, la saliva colmada
de ella;
las montañas del norte son blancas. El tren gira
al sur. Estamos entre rocas;
roca gris, roca roja; roca amarilla y roca roja;
acantilados desnudos de cualquier crecimiento;
paredes de roca roja desmoronándose;
una montaña cubierta de cantos rodados, rocas
y piedras;
y ningún ser vivo
salvo un pájaro grande
volando lentamente.
El suelo junto al lecho de la carretera es verde
con hierba brillante;
los árboles a lo largo del río fangosos están llenos
de capullos;
los árboles en el hueco han brotado y están vedes
con hojas.
Palmeras en las calles de un pueblo.
Flores púrpuras y blancas en el desierto.
Arena blanca con suaves olas.
Una llanura de grava como agua ondulante.
Luces individuales; muchas luces; luces a lo largo
de carreteras, luces a lo largo de las calles,
y a lo largo de las calles de Los Ángeles.
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