El jardín amurallado
Al otro lado
de la calle las chicas salían de a tres
o de a
cuatro, yendo a toda velocidad hacia las estaciones
o a los
coches de sus familiares sus siluetas cargadas
con bolsos al
hombro y palos de hockey, como mulas.
Recuerda dice
la tarde; la puerta cerrada
se estremece
con fuerza bajo mi mano.
Ya está
oscuro o está oscureciendo; ese cielo
sobre las
hileras de terrazas se oscurecen.
Va mucho más
allá de la imaginación de un niño
camino por el
callejón donde los taxis
cortan el
paso tras los luminosos laboratorios de ciencia
sus
alfeizares de plantas arañas en tarritos de yogurt
entre los
enormes cilindros de cristalería
como pigmeos
contemplando monolitos.
No puedes
caminar al otro lado porque el jardín
amurallado se
encuentra directamente en la carretera
en saltos de
asfalto salpicados tras la lluvia;
la cuneta
abierta se llena de hojas.
Como para
escuchar los árboles colosales se asoman
a la calle
rodeada de halos de tungsteno.
Y me
encuentro con otro en el camino: la lenta cinta
de este
caracol convierte el asfalto en oro.
...
5.
Across the
road, the girls quit school in threes
and fours, tripping off at speed to stations
or familiar cars, their silhouettes, slung
with shoulder bags and hockey sticks, like mules.
Remember, says the afternoon; the shut
door shudders brassily beneath my hand.
It is already dark, or darkening -
that sky above the dimming terraced rows
goes far beyond a child's imagining.
I tread along the backstreet where the cabs
cut through behind the luminous science labs -
their sills of spider plants in yoghurt pots
among the outsize glassware cylinders
like pygmies contemplating monoliths.
You cannot walk the other side because
the walled garden meets the road direct
in pools of spangled tarmac after rain;
the open gutter choking up with leaves.
As though to listen, the colossal trees
lean out into the tungsten-haloed street.
I meet another on the road - this snail's
slow ribbon turns the asphalt into gold.
...
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