martes, 30 de octubre de 2018

Pier Paolo Pasolini UN REALISMO DE LO REAL. Por Pablo Queralt.


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Pasolini es el cineasta, el poeta, el fotorealista, 
es todo esto casi psicodrama en el despliegue de situaciones, escenarios de fondo, tules casi mar oscuro y los celeste cielo entre las lilas turmalinas del atardecer que monta el escritor del Freuli. Bien conoce las escenas y los dialectos que impulsan a las personalidades del muchacho onanista, la del pederasta, la del viejo rico, el de las putas del puente, de los pescadores del tiber, las playas de ostia y los mercedes de la autopista, el pasajero en Roma Termini, las palomas de piazza Navona todo abreva en sus espaldas ese teorema que lleva adelante la vida de un hombre como una remake de un Ungaretti propio creado y recreado.
Los poetas herméticos Ungaretti, Montale, Quasimodo que nada tienen que ver con la poética Pasolini al borde de la prosa, esa prosa poética que lleva adelante en claro oscuros como iluminador de cine o mejor de reallitis o televisión a lo Alberto Migre o como nouvelle de Manuel Puig, todo ese arte también está en el inconsciente literario del poeta y cineasta en su tradición poética inmersa en su esencia.
Escenas y escenografía por detrás que monta Pasolini en sus textos en palabras que abren interioridades que recorre ¿el poeta? ¿el cineasta? cámara en mano haciendo del poema un travelling plano a plano, capa por capa en las líneas del lenguaje ortodoxo o dialecto pero siempre en palabras firmes con carácter y todo su peso pintando personalidades, arquetipos, dramas sin limites con la más doliente crudeza. La del adolescente que sube las escaleras de la casa despacio y a oscuras para no despertar a su madre que esta en la cama desvelada en la madrugada esperando que llegue su hijo, pintura de situación escena y dos arquetipos la de la madre y el hijo, esa relación como tantas otras la de los viejos campesinos, la de la maestra los muchachos,  los pequeños burgueses, los operarios, los pescadores y tantos más pero siempre como en sus films usaba actores sin experiencia gente común así análogamente sus palabras que operan o son material de la misma pasta que reproducen o trasladan, trascriben de manera lo más realistas posibles esa sencillez de espontaneidad, simpleza de verdad. La relación filial también padre- hijo “el padre llega, espía, lo sorprende, corrompe a la chica, se queda mirando detrás de la puerta, descubre lo que el hijo tiene sin misterio, como cada uno tiene, y sin embargo es en él insoportablemente misterioso. El padre no puede vivir después de haber visto aquel amor.”
Toca todos los temas con la más natural de las naturalidades sin prejuicios, preideas o tabúes como algo propio de la vida. así cada cosa.
Su nostalgia siempre presente como una falta de algo que se pierde ni bien se vislumbra pero siempre es vacío, nunca se tiene algo, ese algo que comparte con Federico García Lorca ese sentido de carencia de falta de completud en las cosas “tendré siempre la nostalgia de aquella poesía que es acción por si misma, en su apartarse de las cosas en su música que no expresa nada más que la propia árida y sublime pasión por si misma.”
También sus retratos en playa de Ostia o piazza Navona.
Sus palabras como dijimos como sus actores no son profesionales son verdaderos reales, soberbias marca de presente de situación que pueden vivir en cualquier calle mientras lees el libro, como que pagina y calle ciudad, campo y escritura están en un mismo plano de realidad, que se puede pasar instantáneamente de uno a otro sin casi notarlo. Un realismo de la inmediatez: todo es ya en esa realidad transmitida en el verso y la imagen.
La emoción Pasolini la crudeza, fortaleza, rabia domesticada, como un teorema del cielo y tierra uno en otro. Cada verso poema pasa como nubes, prados del deseo más libre, natural, total que traspasa los limites de la moral de lo socialmente o moralmente correcto. “La poesía de Pasolini como un vinculo crítico entre el hombre y su entorno” dice Arturo Carrera en prologo de Quien soy, texto de Pasolini. .     
Conocedor de cada región de su Italia, el Veneto, el Friuli, la Toscana, cada aire dialecto, idiosincrasia, comida del lugar. Es un pintor de luz oscura Rembrandt con pincelazos rojos escarlata, la fuerza de la moto y el ardor de la grappa alimonada en interacción con los sentidos, los pensamientos más profundos de la gente, así todo esto es motivo de poema para su poesía que vive la vida como un film, libro en un mismo compartimiento no estanco sino abierto a los nuevos ritmos, voces nuevas. “Pasolini niega la poesía y al mismo tiempo la purifica; la lleva a su causa más ignota: ética de una abolición de nosotros mismos (como en Ciorán, como en San Juán)” dice Carrera.

Madre despierta , pero no grites silencio,
ya desvelado tu hijo ha encendido la luz
en el cuarto con los muros desnudos.

Mira la silla negra
con la ropa de cera y sangre,
las vigas pintadas de cal
ratones en el lavamanos.

Su muerte un golpe en el granero,
lo ha despertado en su infierno,
un golpe del granero en su corazón 
y ahora un gran silencio adentro y afuera.

- del libro La mejor juventud- traducción de Delfina Muschietti.

Sus mejillas eran frescas y tiernas y quizás eran besadas por primera vez. vistos de espaldas cuando giraban para volver al grupo tierno, eran más adultos, con los sacos sobre los pantalones ligeros.su pobreza olvida que estamos en el frío invierno.

Y yo aquí con esta astilla inmaterial en el corazón, esta involuntaria conciencia de mí que se reaviva en el instante de estación que cambia……… ah seguro alguna cosa que se echa a perder. Esta flor es signo en lo más íntimo …
Traducción Delfina Muschietti


Es el poeta del Dante moderno, el poeta de las  cenizas que nos dice quién soy con su compromiso por la lucha política social, la vida que escribe como un documental uniendo sílabas, palabras para decir aquellas cosas que  no se dicen o intuimos que nos dicen y están ahí latentes como en el silencio de las cosas, las miradas de la gente que calla y que él lee en ese idioma que nos traduce imagen por imagen “eso que nos retira a cada instante del mundo”. Así la escritura Pasoliniana describiendo escenas de época luz del atardecer en plazas del  Freuli, Roma, los rostros resecos por los veranos en los campesinos con un realismo de lo real, no neorrealismo italiano. Es una realidad en otra realidad la de la interioridad, la personalidad y la del entorno ciudad, campo esa interacción que lleva a modo de documento de época situación, historia de su vida que cabe en la página de un poeta que el Dante invitaría a su cielo.  


 Publicado en el suplemento cultural del diario Punto Uno de Salta y El Pregón de Jujuy. 2012.

  

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