SUGAR- Eric Sarner.
Traduccion Pablo Queralt.
1
Hasta hace poco estas
dificultades respiratorias
“esta nariz que es inútil”.
Desde ayer o según el
cirujano
una hora y media con el
martillo y un cincel
que son necesarias debo
poder respirar.
En realidad ya nada pasa
por esta nariz
ni hacia arriba ni hacia
abajo.
Las mechas obstruyen los
conductos. Normal.
Primera etapa
Interrumpir todo
para después liberar el
camino.
De aquí a dos horas
retirara las mechas,
alguién me dijo que en ese
momento preciso
tendré la sensación que mi
cerebro vendría
al final de la mecha saldría
entero de mi fosa nasal.
Pero para decir que está
pasando
tenemos imágenes en el
mejor de los casos.
Lo veré. Los conductos
neutralizados después de la intervención,
la respiración que no me es
posible más que por la boca.
Tienes que creer que esta
nariz sirvió
para un propósito ya que da
vergüenza.
Cuanto más malestar hay:
soy demasiado consciente de
la respiración
requiere demasiada
atención.
De hecho aspiro y se me
seca la boca.
Un tubo de oxígeno,
ronca permanentemente en mi
cara,
para suavizar mis labios.
La noche fue larga,
todo en mi se negaba a
darse por vencido.
Que pasa si cuando me
duermo
me olvido de respirar?
Una completa falta de
confianza;
totalmente ingenua.
Y luego en las primeras
horas del día,
precisamente en estas horas
el corazón a menudo
se detiene definitivamente,
y me quede dormido.
La enfermera entró
disculpándose
por haberme despertado esta
vez.
Me vino un pensamiento
extraño;
ahora se para siempre que pude
dormir dos horas sin morir.
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