palabras
Rosemary Sullivan
La tia Mary solía advertirme sobre las palabras.
Nunca se quedan donde las pones.
Ellas se pierden.
Nadie que no sea bueno puede usarlas.
Como una mujer lo intentó
para mantenerlas a salvo en la familia.
La familia fue la historia que se sumó a mi
– siempre cercado por una lección:
Las palabras se sueltan si las dejas.
Ella guardó las fotos familiares en una canasta.
Atada a su mecedora, verrugosa como una calabaza,
cada noche sus manos hundían los pasillos de sangre.
Sabia que estaba enganchada al peligro.
Ella podía ir todo el camino contra el viento,
cayendo y levantándose en un campo.
O corriendo la niebla de un valle hasta que todo lo que ves
son tus manos donde el mundo estaba.
De ella supe que había otros
caminando dentro de mi.
Ella me dijo que me habían inventado.
Que estaba destinado a amarlos.
Pero me aterrorizaba pensar que yo había vivido
por extraños que no había conocido
o conocía solo su nombre. Hicieron
de mi una ficción alienígena.
En mis huesos
una anciana muere una vez y otra vez.
No me atrevo a mirar
en la habitación con el hacha ensangrentada
ni hablar con los hombres que se marcharon.
Sus huellas en mi sangre.
Su lujuria para los filos.
WORDS
From: Blue
Panic. Black Moss Press, 1991, p 9-10
Aunt Mary used to warn me about words.
They never stay where you put them.
They're loose.
Any no-good can use them.
Like a woman, she tried
to keep them safe in the family.
Family was her story that added down to me
-- always fenced with a lesson:
Words break loose if you let then.
She stored the family photos in a basket.
Trussed up in her rocker, warty as any gourd,
each night her hands plunged the corridors of blood.
I knew she was hooked on danger.
She could go all the way back to the wind,
how it falls and picks itself up in a field.
Or fog empties a valley till all you see
is your hands where the world was.
From her I learned there were others
pacing inside me.
She said they had made me up.
I was meant to love them.
But it terrified me to think I was lived in
by strangers I had never met
or knew only by name.
They made me alien fiction.
In my bones
an old woman dies over and over.
I dare not look
in the room with the blooded axe
nor speak to the men who walked out.
Their tracks in my blood. Their lust
for edges.
I could spend
a lifetime digging graves
in my head.
cuadro: crack de Tati Solari Bosch.
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