miércoles, 7 de noviembre de 2018

Néstor Groppa. ANUARIOS  PARA SIEMPRE.
Por Pablo Queralt.


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Néstor Groppa marca una forma de escritura diferente, su forma de describir la cotidianidad de su lugar en relación a situaciones internas propias de la vida de cada uno. Su modo literario “anuarios” donde publica sus poemas construyendo la obra, la colección detallado el año día y lugar y mes describe la atmósfera de su lugar Jujuy y es pintada por las letras del poeta en una estética luz de cine con imágenes frágiles y potentes utilizando  la paleta de colores en la gama de los ocres, los terracota, naranjas, azules en ese ir y venir de río, de polvo luz de los mediodías y de los personajes que atraviesan las calles, plazas, sus copas verdes de árboles entre los frutos y las flores, los tamales, el humo de las humitas, los platos de empanadas su olorcito que se percibe como una música de fondo. 
La palabra dio su leche y cada una empieza a estallar cada una con su pequeña escena haciendo silenciar todo llegando a su techo, a ese cielo Groppa con sirenas de río y cerros de colores, ese canto de la puna, flautas de Tilcara y viento norte en Pumamarca.
Hay algo de T.S Elliot o tal vez W.C.Williams en su poesía en esa observación aguda de poeta en las cosas en su lugar, en el revelar el secreto de Jujuy ciudad y pueblo, el comerciante de almacén, el viajante, los obreros en las distintas zonas del día, el amanecer, el almuerzo, el aire de la siesta, el anochecer.
No hay nada que tocar en su obra -y por supuesto que en la de ningún artista- el poeta de Jujuy  aunque de origen cordobés intercala propagandas, fechas de cita del poema, algún comentario que funciona como parte estructural y vital de la obra y no como añadido o anexo excluible sino como algo novedoso y de valor artístico que ilumina no solo estéticamente su poesía sino como informe de situación de época. Ya W.C.Williams había realizado una práctica similar en sus poemas en el libro que escribió a lo largo de toda su vida el Paterson, intercalando poemas con noticias y notas de actualidad del diario. No es un calendario el poemario de Groppa que esta en el orden de una forma, escenografía peculiar y atractiva tal vez como una manera de no descartar material y para que quedé registrado como trabajo presentado en forma de archivo abierto o libro abierto de la mente y el sensorio que atrae al ser mirado para ser observado, leído como una energía en otra interactuando en el cuerpo de otro con esa información de las esencias que capta y nos brinda Groppa en su escritura, que como el viento no se sabe de donde viene adonde va.




En cuál pliegue del sueño de la sala, habrán quedado las imágenes? Las imágenes estallan como flor del aire; como una filigrana fugaz de luminosa plata; como brillo solamente brillo, fulgor….

Pag 105 anuarios del tiempo  1980 1982


Voy de papel en papel. Tanteo el tiempo, esos tiempos siempre solitarios y arenosos en remansos de fragancias. Regreso. Tal vez otra mariposa, puro tiempo dejando la ceniza del número de sus alas….
  AVISOS 
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 pastelero, maestro amasador oficial panadero
PINTE
Su casa y pague con muebles usados

Pag 30 anuarios del tiempo 1960 1995  siempre por Groppa 2-3-96  12.00



El poeta no abre un rectángulo de una ventana hacia lo que nos cuenta y ve, no, él está ahí in situ en el lugar compartiendo ese aire, ese lenguaje, ese intercambio- transacción de realidad en poema realidad del lugar, son cuerpos palabras con vida, las palabras y las cosas como nos dice Foucault o mejor las palabras en las cosas allí en el lugar o en esa translación a distancia en el momento de magia, del cambio y el poeta esta allí esperando que se produzca.


Me olvidé como llegaba la primavera a estas calles
de tierra anchas y desiertas; la manera que tenía de otorgarnos las flores, ordenar golondrinas y alegrar los espejos, los pasos los ecos por la casa.

Qué olvido el mío no recuerdo los ojos de las niñas, su atisbar enamorado y reprimido; su rubor al ver ángeles desnudos….
Anuarios del tiempo ed buenamontaña 2004.

Pero también trata de abrir grietas para ver que hay detrás, es una escritura de realidad y de trasfondo que se bate entre esas dos tensiones trasladando, no reconstruyendo, ni restaurando, su mundo es mas óptico y a partir de ese terreno intertextuado realidad-trasfondo crea el paisaje de la sensación, no solo en el aquí y ahora sino en la universalidad en ese ir o solo ver en el estar más allá de lo que la mente nos quiere mostrar.  

Es una poesía de contemplación activa como la de los pintores, ese movimiento de ir a la invitación de la hoja en blanco en la intensidad de su escritura en un lenguaje no creíble, sino verdadero que nos espeja en su agua, se explica solo y lo hace a través del sensorio en que el poema nos alcanza.


Sé que los barrios, son la segregación natural del rollo, de los legendarios tajos y reveses y del monolito recordatorio de la plaza principal de la ciudad. Y, también que yéndonos las luces de esas últimas casitas en los lindes del descampado con sus túmulos de altamisas hinojos y fragante encalar, nos hacen pensar en la incesante reproducción del barrio hasta que su núcleo se convierta en ciudad formal, la que siempre quedará rodeada de una tenue neblina arrabalera y campo como un chal de luciérnagas y fogatas adheridas a la espaciosa y solitaria conversación del tiempo.

 pag 39 anuario del tiempo  nombres del tiempo 1960-1996 ed buenamontaña 2004.


Publicado en el suplemento cultural del diario El Pregón de Jujuy. 2014.

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