martes, 30 de octubre de 2018

Pier Paolo Pasolini UN REALISMO DE LO REAL. Por Pablo Queralt.


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Pasolini es el cineasta, el poeta, el fotorealista, 
es todo esto casi psicodrama en el despliegue de situaciones, escenarios de fondo, tules casi mar oscuro y los celeste cielo entre las lilas turmalinas del atardecer que monta el escritor del Freuli. Bien conoce las escenas y los dialectos que impulsan a las personalidades del muchacho onanista, la del pederasta, la del viejo rico, el de las putas del puente, de los pescadores del tiber, las playas de ostia y los mercedes de la autopista, el pasajero en Roma Termini, las palomas de piazza Navona todo abreva en sus espaldas ese teorema que lleva adelante la vida de un hombre como una remake de un Ungaretti propio creado y recreado.
Los poetas herméticos Ungaretti, Montale, Quasimodo que nada tienen que ver con la poética Pasolini al borde de la prosa, esa prosa poética que lleva adelante en claro oscuros como iluminador de cine o mejor de reallitis o televisión a lo Alberto Migre o como nouvelle de Manuel Puig, todo ese arte también está en el inconsciente literario del poeta y cineasta en su tradición poética inmersa en su esencia.
Escenas y escenografía por detrás que monta Pasolini en sus textos en palabras que abren interioridades que recorre ¿el poeta? ¿el cineasta? cámara en mano haciendo del poema un travelling plano a plano, capa por capa en las líneas del lenguaje ortodoxo o dialecto pero siempre en palabras firmes con carácter y todo su peso pintando personalidades, arquetipos, dramas sin limites con la más doliente crudeza. La del adolescente que sube las escaleras de la casa despacio y a oscuras para no despertar a su madre que esta en la cama desvelada en la madrugada esperando que llegue su hijo, pintura de situación escena y dos arquetipos la de la madre y el hijo, esa relación como tantas otras la de los viejos campesinos, la de la maestra los muchachos,  los pequeños burgueses, los operarios, los pescadores y tantos más pero siempre como en sus films usaba actores sin experiencia gente común así análogamente sus palabras que operan o son material de la misma pasta que reproducen o trasladan, trascriben de manera lo más realistas posibles esa sencillez de espontaneidad, simpleza de verdad. La relación filial también padre- hijo “el padre llega, espía, lo sorprende, corrompe a la chica, se queda mirando detrás de la puerta, descubre lo que el hijo tiene sin misterio, como cada uno tiene, y sin embargo es en él insoportablemente misterioso. El padre no puede vivir después de haber visto aquel amor.”
Toca todos los temas con la más natural de las naturalidades sin prejuicios, preideas o tabúes como algo propio de la vida. así cada cosa.
Su nostalgia siempre presente como una falta de algo que se pierde ni bien se vislumbra pero siempre es vacío, nunca se tiene algo, ese algo que comparte con Federico García Lorca ese sentido de carencia de falta de completud en las cosas “tendré siempre la nostalgia de aquella poesía que es acción por si misma, en su apartarse de las cosas en su música que no expresa nada más que la propia árida y sublime pasión por si misma.”
También sus retratos en playa de Ostia o piazza Navona.
Sus palabras como dijimos como sus actores no son profesionales son verdaderos reales, soberbias marca de presente de situación que pueden vivir en cualquier calle mientras lees el libro, como que pagina y calle ciudad, campo y escritura están en un mismo plano de realidad, que se puede pasar instantáneamente de uno a otro sin casi notarlo. Un realismo de la inmediatez: todo es ya en esa realidad transmitida en el verso y la imagen.
La emoción Pasolini la crudeza, fortaleza, rabia domesticada, como un teorema del cielo y tierra uno en otro. Cada verso poema pasa como nubes, prados del deseo más libre, natural, total que traspasa los limites de la moral de lo socialmente o moralmente correcto. “La poesía de Pasolini como un vinculo crítico entre el hombre y su entorno” dice Arturo Carrera en prologo de Quien soy, texto de Pasolini. .     
Conocedor de cada región de su Italia, el Veneto, el Friuli, la Toscana, cada aire dialecto, idiosincrasia, comida del lugar. Es un pintor de luz oscura Rembrandt con pincelazos rojos escarlata, la fuerza de la moto y el ardor de la grappa alimonada en interacción con los sentidos, los pensamientos más profundos de la gente, así todo esto es motivo de poema para su poesía que vive la vida como un film, libro en un mismo compartimiento no estanco sino abierto a los nuevos ritmos, voces nuevas. “Pasolini niega la poesía y al mismo tiempo la purifica; la lleva a su causa más ignota: ética de una abolición de nosotros mismos (como en Ciorán, como en San Juán)” dice Carrera.

Madre despierta , pero no grites silencio,
ya desvelado tu hijo ha encendido la luz
en el cuarto con los muros desnudos.

Mira la silla negra
con la ropa de cera y sangre,
las vigas pintadas de cal
ratones en el lavamanos.

Su muerte un golpe en el granero,
lo ha despertado en su infierno,
un golpe del granero en su corazón 
y ahora un gran silencio adentro y afuera.

- del libro La mejor juventud- traducción de Delfina Muschietti.

Sus mejillas eran frescas y tiernas y quizás eran besadas por primera vez. vistos de espaldas cuando giraban para volver al grupo tierno, eran más adultos, con los sacos sobre los pantalones ligeros.su pobreza olvida que estamos en el frío invierno.

Y yo aquí con esta astilla inmaterial en el corazón, esta involuntaria conciencia de mí que se reaviva en el instante de estación que cambia……… ah seguro alguna cosa que se echa a perder. Esta flor es signo en lo más íntimo …
Traducción Delfina Muschietti


Es el poeta del Dante moderno, el poeta de las  cenizas que nos dice quién soy con su compromiso por la lucha política social, la vida que escribe como un documental uniendo sílabas, palabras para decir aquellas cosas que  no se dicen o intuimos que nos dicen y están ahí latentes como en el silencio de las cosas, las miradas de la gente que calla y que él lee en ese idioma que nos traduce imagen por imagen “eso que nos retira a cada instante del mundo”. Así la escritura Pasoliniana describiendo escenas de época luz del atardecer en plazas del  Freuli, Roma, los rostros resecos por los veranos en los campesinos con un realismo de lo real, no neorrealismo italiano. Es una realidad en otra realidad la de la interioridad, la personalidad y la del entorno ciudad, campo esa interacción que lleva a modo de documento de época situación, historia de su vida que cabe en la página de un poeta que el Dante invitaría a su cielo.  


 Publicado en el suplemento cultural del diario Punto Uno de Salta y El Pregón de Jujuy. 2012.

  
La escritura, la música, la esencia de la poesía. Por Pablo Queralt.







La composición musical del poema como partitura nos da el ritmo, amplitud y frecuencia de latido del poema que nos habla del pulso del escritor, su respiración es su tono, que nos lleva en la lectura.
El ritmo del poema marcado por las notas, las palabras que van haciendo secuencias de ritmo, la música de las palabras, del poema que deja su jugo, su esencia elixir.
Distintos registros: el lenguaje que usa el que escribe distingue una voz de otra, en la vida y en la poesía y en el poema. Cuanto más se arriesga más se gana, más poético puede ser o no, pero es la actitud que se espera del poeta.
Pensar en un idioma y escribir en ese idioma, distinto a pensar en un idioma materno y escribir en la lengua diferente, la del lugar donde se vive esto último puede dar efectos especiales al poema, no esperados, hallazgos espontáneos del habla, bienvenidos si enriquecen.
Escribir hasta olvidar las palabras que lo escrito no sea leído, si mirado, escuchado como un sonido su mejor música, acordémonos de Cage  y su conciencia de música total al mismo tiempo en ese espacio del mundo y su espuma de palabras sueltas en el limo.
Amo la lengua italiana es tan visceral, el espasmo de la pulsión contundente siempre tiene una palabra automática, exacta, impostergable para cada acto. Las palabras que se vienen unas sobre otras, rapiditas, sentando un curso, un canto silábico entre las consonantes, haciendo su melodía a la par de lo que dice el texto, una especie de forma y fondo, letra y música.  El mismo registro en los distintos temas, distintas estéticas que aborda la voz con sus variantes de tonos, coloraturas, sombras, el uso de distintas palabras, ritmos rupturas. 
La respiración como un problema de adentro, como fondo de música de las distintas angustias ante una tragedia cotidiana, en el ritmo de la escritura que asuma las batallas de los sentimientos, en ese campo se mueven los ojos, las expectativas de la lectura, ese sonido de las palabras embebidas en pintura que tensan el color, los pensamientos.
                                                                                           
 Del libro de ensayos Dicho al oído. Inédito.

domingo, 28 de octubre de 2018

Las palabras. El universo de la voz. Pablo Queralt.







La verdadera escritura es la que no se escribe la que capta el que la escribe es la esencia misma ya cuando se la trabaja en palabras deja de ser, es la mente ordenando lo que escribe el ser, una traducción de la escritura.


Las palabras en sí mismas no son nada, son útiles, herramientas para transmitir esa esencia, esa bruma que levantan en conjunción en esa interacción con el lector y escritura, en esa conjunción esta el poema, la esencia del poema lo otro es un objeto que puede ser lindo o feo, algo de la materia representada en palabras, frases, versos que no interesa a la poesía que es algo inmaterial que vibra en ese instante y por lo tanto eterno, ya que sale del orden tiempo-espacio.   
Las palabras son el sostén para la energía que habita en la poesía como  resultante de esa interacción de las palabras entre sí, de esa dirección intención que llevan en su combinación, unas con otras son el ladrillo de la casa inmaterial de ese flujo que brota por encima de ellas.
Las primeras palabras en el poema con su semilla de futuro que se van de la imaginación construyen pidiendo pista, van  naciendo después de un tiempo de espera y uno piensa en otras palabras anteriores y sus posibles resurrecciones. Camino sobre partituras con sus adoquines, calles entre los tonos verdes ocres, rozas con palabras como fotos guardadas en la superficie de un cuerpo extendido en esas calles, palabras que traen los sentidos al papel.  
Ese espacio liso donde organizar el caos e ir dando forma a una nueva composición por las fisuras de los sentidos a lo que fluye.
Palabras que rompen líneas van armando estructuras o sistemas arbóreos con ramificaciones donde cantan las imágenes que tejen el poema enlazadas en leves suturas, casi no visibles, poema de rupturas de varias líneas de pensamiento a la vez o en paralelo que se asocian, una esencia o motivo musical del poema. La técnica el cuidado del poema, cierta rima, musicalidad, tono, respiración del verso. Los esquemas una vez aprendidos están hechos para romperse, es necesario que la palabra sangre en el poema que deje su esencia que vaya soltando su perfume, su sabor que vibre. Que la palabra sea un sonido más y exprese el vacío de cada uno, no el texto, el libreto de la narración sino lo que calla y va haciendo la vida que copia el poema, esas palabras, ese silencio, un golpe de vista de algo que quedó y ni siquiera registramos, ese espacio cinematográfico del ritmo del poema.
La teatralidad de las palabras, esa harina que se amasa con el otro y pone en acción las escenas con movimientos visibles.
Ponge decía tomar partido por las cosas significa tener en cuenta las palabras por lo tanto elegir una u otra hacen al estilo y ponerse en un sitio como autor.
Las palabras, metáforas, imágenes no deben ser tomadas como valores únicos en sí mismos y propios de creación de belleza sino como estructuras  de construcción del poema o como ladrillos o bloques de hormigón en el armado en la obra, como elementos constitutivos del poema que pueden mezclarse, fragmentarse, intercalarse en otras construcciones independientemente de quién las creó, puesto que el que las vuelve a utilizar lo hace con otro fin distinto al que fue creado inicialmente, con otra idiosincrasia otra intención de decir. Son como símbolos, signos o como el sol, la luna, la lluvia, como elementos, convenciones comunes que nadie puede tomar como propios, son de todos, elementos útiles de construcción como ya lo hicieron otros como Ezra Pound, algunos beatniks Burroughs, Ferlingetthi, Ginsberg, Corso entre otros.

Libro inédito de ensayos Dicho al oído.





martes, 23 de octubre de 2018

HECTOR VIEL TEMPERLEY. Por Pablo Queralt.



Las piletas, el mar, las plazas, el hospital los espacios Viel Temperley con su nado y la pasión del poeta por debajo de todo sobrenadando poniendo alas como un fósforo que se prende y apaga: es el fuego que lo anima al poeta o tal vez sea oxígeno que aviva al fuego o lo apaga si merma en esa oscilación de su escritura que va de un extremo al otro. De una orilla a otra de la pileta, del río, del mar, el registro de una voz “de días que no existen” “de agua sobre agua”. El papel del agua vinculando al agua con caballos, la lluvia, el sol y su evaporación en la anécdota del caballo que vio morir junto a su dueño y que él galopó donde todo se unifica rompiendo con la separatividad,“el agua desde Dios se desliza” cerrando sistemas que siempre cumplen con las expectativas de la gran poesía.
Sus poemas son silenciosos cielos en que el niño le reza a Dios y adora a su madre, “el nadador”, el que nada, que quiere ser aguada, beber sus lluvias. Se aúna con la naturaleza en esa pulsión impresionista del mejor Van Gogh, esa fuerza que arde y vibra con todo lo que se sostiene en el aire. Es una poesía con  garra, fuerza aguerrida de brazos tenaces que siempre avanzan, del nadador, del que se maneja con destreza en su medio el libro, la página.
Con un manejo sutil, convincente de la escritura casi rezo, ese tono confidencial o de relato claro y profundo de cosas internas que saca de su cuerpo como en un estado de guerra entre el amor y la pena, la tristeza que se mueve en el cuerpo y el alma entre cielo y tierra las verdades fundamentales,  imprimiéndole al verso la cadencia de la emoción y la palabra justa, potente que no deja dudas. Su cuerpo animal antiguo “a la caza de su casa”, ese ímpetu, impulso, cueva de fuego que espera ser perdonado por los días que todavía le esperan.
El poema busca una idea que siempre encuentra y tiene una intención de juego del que es muy difícil quedarse afuera, con una llama que siempre llama en esa relación con el lector.

Mi caballo oscuro

Voy, ángel de mi tiempo, a más de ciento treinta,
camino de un monasterio o a un lugar en  la tierra.
Para ir hacia la muerte, derecho y detonante
mi caballo es oscuro como un buque de guerra.

(  )
Como hombre de mi tiempo yo le canto a esta máquina.
De vuelta de nadar, ya encima de la tormenta,
la he visto en lo más alto de mis días felices.
Tiene ese gris oscuro de los buques de guerra


Legión
fragmento
Su mano no conoce el peso del venablo/ pero sobre sus hombros ha cargado/ la nieve de la mañana,/ la ha levantado de entre las zarzas.


Hospital Británico
Pabellón Rosetto, larga esquina de verano, armadura de mariposas mi madre vino al cielo a visitarme.

Tengo la cabeza vendada. Permanezco en el pecho de la Luz horas y horas. Soy feliz me han sacado del mundo.

Mi madre es la risa la libertad el verano.

A veinte cuadras de aquí yace muriéndose.

Aquí besa mi paz ve a su hijo cambiado, se prepara –en Tu llanto- para comenzar de nuevo.



Como dice la poeta Tamara Kamenszain de esta “poesía samurai” con “el ángel vivo de un escritor” “estos versos condensan lo más certero de nuestra tradición, lo más extraño y familiar de nuestra lengua.”
Una atmósfera vida muerte, milagro-realidad donde el poeta trasciende atravesando el muro y observando siendo testigo de la mente, allí “en que camina hasta las areneras del sur de la ciudad”en ese vacío ve.
“Vengo de comulgar y estoy en éxtasis”  verso con que comienza cada unidad o poema de su libro “Crawl” con esa fuerza en esa intensidad de guardavidas “que abatían la sal de sus cabezas con una damajuana muy pesada de agua dulce … que entre todos cuidaban”, la vida cuidada por esos diestros en el nado de la vida de las cosas, que para serlo necesitan sacar, limpiar su cabezas, su mente de aquello que guarda que conserva que es la sal del recuerdo, para poder ser. Viene de comulgar y esta en éxtasis, comulga como un ahogado en días con dos mares, en confines de tinta se saca el odio con el rigor de la sabiduría del conocedor del resucitar “Soñé que nos hundíamos y después nadábamos hacia la costa lentamente y que de nuestras sombras de color verde claro huían los tiburones.” De pabellón Rosetto.


Obra completa ediciones del docke 2003
poema con caballos-el nadador- humanae vitae mia-plaza batallón40-legión extranjera-crawl-hospital Británico-










Tess Gallagher : LA VELOCIDAD DE LA PULSIÓN. Por Pablo Queralt





Esposa de Raymond Carver, Tess Gallagher escribe a la sombra del novelista y poeta. No escribe por temas escribe por pulsiones, es una escritura de pulsiones, una construcción de pasajes de ritos hacia el deseo, en un ir y venir a ese lugar queriendo atrapar esa velocidad con que se mueve la pasión en los sonidos, rumores con palabras antes de que se diluyan como olas que rompen y se pierden en espuma.
Un rumiar construir -destruir ese estilo cadencioso de escribir y olvidar el drama a partir de la fragmentación sumatoria y agregado en el flujo de la maquina que apura al ser.

 “Compasión por mi padre , que trabajaba y dormía, trabajaba y bebía y nos dispensaba el dolor.”
 “Para doblar la ropa. Da igual quién viva o quién muera: sigo siendo mujer. Siempre tendré mucho que hacer. Doblo las mangas de su camisa. volveré al poema. Volveré a ser una mujer.”

Entre la herida y el beso crea la lucidez de la fábula como puentes, universos incorporales que cruzan de la realidad de las cosas a la realidad de las delicias.  

“Soy una prueba de perdida pero algo come conmigo, un favorito del aire que hay. Chasca los labios imbesables y me anega con un rayo de su ojo, que nunca parpadea…… oh yo lo último de lo último gracias a lo cuál me convierto en un gigantesco quedar como la delicia de las Delicias.”


“Ahora, durante un rato soy más joven que tu :  su muerte temprana ha borrado mi futuro no tengo ya donde ir salvo al pasado, al pasado de mi juventud ¡ a mi corazón de colegiala!”

Borra los limites del tiempo con su escritura y allí fluye su canto en la soledad de sirena herida, en un  ir y venir al compás del sensorio que capta todo lo que se ausculta en el corazón del drama y hacia allí va.

Empieza la luz. Empieza la nieve. Una rosa empieza a desquiciar sus pétalos. El sueño empieza.

Siempre la fugacidad, la perdida y el comienzo, allí en ese intersticio del intersticio su escritura marca su nota con un romanticismo valiente, heroico que la atraviesa. Allí aniquila al rayo para entrar y salir de la luz al vacío con poemas de alta concentración de intensidad sin intervalos de relajación o repetición de frases, todo a velocidad crucero sin parar. Un lenguaje delicado y una delicada percepción de las cosas para romper el sensorio y ver y verse claramente generando su propio teatro como una parte de ella que va hacia un encuentro.   

Tess Gallagher es poeta, narradora, ensayista, guionista y traductora, ha publicado  varios libros de poesía. Su primer libro El puente que cruza la luna es el primer libro suyo publicado en España editorial Bartleby.

·                     Nada más salir, Penumbra Press, 1974.
·                     Instrucciones al doble, Graywolf Prensa (Minneapolis, MN), 1976.
·                     Bajo las estrellas, Graywolf Prensa (Minneapolis, MN) de 1978.
·                     Por su cuenta, Graywolf Prensa (Minneapolis, MN) de 1978.
·                     Voluntariamente, Graywolf Prensa (Minneapolis, MN), 1984.
·                     Amplitud: Poemas nuevos y seleccionados, Graywolf Prensa (Minneapolis, MN), 1987.
·                     Luna Puente de la travesía, Graywolf Prensa (Minneapolis, MN), 1992.
·                     Owl-Espíritu Vivienda, Trask House Books (Portland, OR), 1994.
·                     Besos portátiles, Capra Press (Santa Barbara, CA), 1994.
·                     Mi Caballo Negro: Poemas nuevos y seleccionados, Bloodaxe Libros (Tarset, Northumberland, Reino Unido), 1995.
·                     Estimados fantasmas, Graywolf Prensa (Minneapolis, MN), 2006.
·                     Linterna de la medianoche: Poemas nuevos y seleccionados, Graywolf Prensa (Minneapolis, MN), 2011.


miércoles, 10 de octubre de 2018

Las dos poetas del hogar norteamericanas: Sylvia Plath y Emily Dickinson. 
Por Pablo Queralt.







Las dos hicieron una poética del hogar, la casa es el centro de la acción
una nunca salió de su casa Emily pacata, tímida, reservada y Sylvia con
sus brotes furiosos de falta de amor, sus suicidios, su vida en carne viva, sus cartas de amor con Ted Hughes, su sufrimiento, sus hijos, su falta de destreza para vivir, sobrevivir y la escritura como una tabla o balsa de salvación que empieza a hacer agua en la tierra y a volar en las estrellas como alguien que no es apto para vivir acá.  

En Sylvia Plath esta lo perdido como una perpetua presencia de infierno que se repite en todos los presentes: niños, abandono, marido, amor que la llevan al drama de la cocina- la cotidianeidad que la abruma -del suicidio con el gas del horno en el final de vida, con su última palabra de escritura. Así va hilando, cosiendo y descosiendo heridas, desesperada transitando sus poemas, su vida. Una escritura de la confesión de lo más profundo de los sentidos, contrasentidos todo aquello que nos hace tomar distintas elecciones, caminos con palabras ambivalentes que refuerzan o disminuyen la idea al mismo tiempo y que les da presencia de acto como el dudar o el elegir poniendo un aire de realidad. Una poesía de garra, desgarradora sus cartas a su marido, el poeta Ted Hughes, que la abandona con sus 2 hijitas y ella no puede con esa vida que escribe y reescribe, pero de la que no sale a flote, es como un abecedario de letras que se escurren por el agujero de la bañadera en la que se va hundiendo como en un cuento en la propia hoguera del poema, en un encanto de hadas y tiniebla. Como una madre que no puede con la luna y con la infancia, con los sonidos del mar, los chirriantes frenos como una canción, nana de cuna donde podemos ver la mirada observadora de la poeta como en un cuadro de Chirico: los tres maniquíes sin rostro, que se deslizan flotan en su obra como brujas hermanas de la locura, parcas que hilan el devenir, visión luminosa, lunar musa señora que nunca volvió a sentirse tan feliz como después de la clase de danza, la de pintura. El dramático poema “papi” donde una chica con complejo de Electra vive la muerte de su padre en ritmo de canción infantil, alegórico de la dolorosa experiencia que la poeta maneja con su maestría “hombre – pánzer ”“ con tu pulcro bigote  … obsceno” maldiciendo ese duelo, la muerte de ese Dios de la que fue victima pasiva.
El poema “limite” cuando ella estaba al borde de sus propias fuerzas describe su propia muerte con escalofriantes y crepitantes palabras:


La mujer se ha perfeccionado su cuerpo
Muerto luce la sonrisa del acabamiento
La ilusión de un anhelo griego…
Sus pies descalzos parecen decir hasta aquí hemos llegado
Se acabó
Cada niño muerto enroscado en sí…
Su jarrito de lechera vacía…
Ella los ha plegado de nuevo hacia su cuerpo
Como se cierran los pétalos de una rosa
La luna no tiene por que entristecerse esta acostumbrada a ver este tipo de cosas.

Los horizontes me cercan como haces de leña
Inclinados y dispares y siempre inestables
Si los rozara con una cerilla podrían calentarme
Y sus finas líneas chamuscarían el aire hasta volverlo anaranjado …. Recargando este cielo pálido con un color más intenso  pero no, tan solo se disuelven, se disuelven como una sarta de promesas mientras yo avanzo.

Con que extrañas lunas vivimos
en vez de con  un mobiliario muerto

Se me pegaba a un cepo de alambre de púas/ apenas podía hablar/ te veía en cualquier alemán/ y ese lenguaje tuyo tan obsceno …… siempre te tuve miedo a ti, a ti …. Con tu pulcro bigote….hombre- pánzer, hombre pánzer, ah tu..      

Irrefutables tan hermosamente satisfechas de si mismas  como la propia Venus en su venera- pedestal envuelta en su mantilla de cabello rubio y gasa salada de la brisa marina se encuentran las embarazadas en sus vestidos sueltos.

aun nos veo flotando allí inseparables dos muñecas de corcho
por que aro que ojo de cerradura hemos pasado?
 Que puerta se nos ha cerrado? Las sombras de las hierbas giraron lentamente como las manecillas del reloj y desde continentes opuestos nos saludamos con las manos  y nos llamamos. Todo ha pasado.

Como la luz sobre estas paredes blancas, esta cama estas manos no soy nadie no tengo nada que ver con ningún tipo de explosión.

Nadie me observaba antes ahora me siento observada  los tulipanes se vuelven hacia mí y la ventana que tengo detrás en la que la luz una vez al día lentamente se va abriendo y cerrando y hasta me veo a mí misma plana ridícula una sombra entre el ojo del sol y los ojos de los tulipanes aunque ya no tengo cara por que quise borrarme del todo. Los vívidos tulipanes devoran mi oxígeno.



Emily Dickinson enamorada de su casa, su familia, su jardín con sus petirrojos, los sonidos, los colores de ese micro- macro, su mundo: habitat del hogar, ese sentido intenso su rutina su diario. Donde esta presente la naturaleza del afuera, su único afuera el jardín con los pájaros que la visitan, los insectos los atardeceres, entra en el corazón de las estaciones a través de la flora y fauna. Es un hogar Edénico, casa adorada con sus encantos de matices, luces, rincones, amaneceres, atardeceres, sombras perfumes. Versos con elipsis describiendo estas situaciones, desplegando escenas, partes del día, como un mensajero que entrega el parte diario escribiendo una biografía una situación de lugar. Conociendo las partes del alma humana como en un retiro espiritual a modo de sacerdocio hace su escritura, una transcripción de las cosas y los sentidos “la diferencia entre la Desesperación y el Miedo es como aquella entre el instante del naufragio y ya cuando el naufragio ha pasado.”

Cada verso tiene una autonomía en sí mismo, como enunciaciones de alta gama de concentración de verso a verso,  cortos reduciendo al mínimo la utilización de palabras. Como un ejercicio entre lo visual y lo que el cerebro reconoce para acostumbrarnos a poder resistir, esa rutina de diferencias de lugar, de cosas para ser.
Sigue su ilusión, el conocimiento en una forma de Edén e ironía en el diario, en la experiencia como un respirar un pintar ” tengo un pájaro en primavera que canta para mí la primavera es un señuelo y cuando aparece el verano se acerca y aparece la rosa el petirrojo se ha marchado”.

Palabras como números ordenados en el azul del papeltinta en forma métrica (yámbica) regulares y en sucesión uno a otro, como completando un álbum, donde la poeta muestra lo que ve a través de la ventana o en la cocina en los petirrojos, las abejas, ella en sus universos despreocupada, paciente en sencillez cumpliendo su destino como un decreto, un amor imposible como una feligresa. El tema de la muerte tratado como una instantánea en tiempo y forma.

No es que morir nos duela tanto-
Es el vivir lo que nos duele más
Pero el morir es camino distinto
Un algo tras la puerta

Morí por la belleza mas apenas
Ajustada en la tumba
Cuando uno que murió por la verdad, yacía
En una habitación contigua


Ha habido una muerte en la casa de enfrente
Hoy mismo
Lo se por el entumecido aspecto
Que tales casas tienen siempre


Naturaleza es lo que vemos
La colina la tarde
Ardilla eclipse aberrojo

Naturaleza es lo que oímos
El chambergo el mar

Naturaleza es lo que conocemos
Aunque nos falta el arte de decirlo
Pues es nuestro saber tan impotente
Ante su sencillez



El petirrojo es un gabriel
En circunstancias humildes
Su vestido le califica socialmente
De la clase trabajadora del transporte
Tiene la puntualidad del granjero.





Las dos poetas Emily Dickinson y Sylvia Plath en distintas variables y formas se mueven en la escenografía de la casa , el hogar y sus circunstancias haciendo ambas un diario del lugar y la interioridad propia de cada una, dos voces imposibles de no ser escuchadas sin la emoción. 


Publicado en el suplemento cultural del diario El Pregón de Jujuy en 2015.

miércoles, 3 de octubre de 2018

Hueso- de Thom Gunn- 
Traducción de Pablo Queralt y Agustín Etchebarne.






Al principio fue tu gran
Halo de rulos marrones áureos
Lo que me distrajo.
Y fue una distracción
No desde el duro flaco
Cuerpo que desee
Pero desde la verdadera dirección
Que tu cara tomó lo que podía significar
Lo que estaba allí para ver.

Cuando vos ese segundo día,
Corriste la cortina del baño,
Otro hombre estaba ahí,
Su cabello ahogado yacía
Castigado y achatado
Y yo ví entonces claramente
Como un hueso indio de pie negro
Persistía en la mejilla
La frente, nuca, y corona
Habían remarcado el cabello
Lo que era un mero ornamento
-una burla europea.

Podía ser eso lo que significaba?
Esa alta rugosa piedra
Sin árboles en ella.

De El hombre con sudores nocturnos. Ed Faber and Faber.