sábado, 29 de diciembre de 2018

ALDO OLIVA- Una óptica poderosa- Por Pablo Queralt.



En Aldo Oliva lo que no se entiende se valora en belleza lingüística, a cada palabra  se la valora  a precio oro, más que el oro que  saca de su imaginario esa forma de ver otras formas, tal vez siempre en la belleza de las palabras que construyen el hundimiento del general Belgrano u otras batallas que libra el autor en sus otros poemas. Hay que leerlo con una mente limpia de preconceptos como una forma nueva de aprender a mirar, usemos los ojos Oliva como quién echa 10 centavos en la ranura o abre la pagina web y veremos en esa lírica de lo fino y popular de las palabras que dictan el ritmo de lo escuchado sabiduría que le dicen.
Como un poema que desenfoca de manera intencional, como una memoria borrosa que cuenta con ciertos agujeros blancos que rescatan la felicidad de la escritura de lo escrito y eso da la musicalidad.
Las palabras son ya notas, música lo que dice aún su protagonismo queda en segundo plano, es una suerte de agonismo sobre protagonismo que se imbrican y se potencian en una sola forma que es captada por el sensorio, no ya el oído, la vista, el olfato sino por su totalidad sensorial desarmada por el estímulo dado por la intensidad del poema.

En estos riachos que llamamos
(o asi los insuflamos) la fluencia de la sangre
en las manos ¿ los fagocitos diligentes
desertaron del amor?
¿o el amor fascinado en la aurora
de sus playas
solo incandese sobre sí, real?

ROSA VELADA

Quién quiere a quién, es amor o solo el amor a sí mismo en el globo que inflamos y cuando se pincha solo sospechamos o nos deja en su duda en su playa de realidad, sabiduría e imagen construyen la solidez la potencia de verso a verso del poema.
Con muñeca y maestría maneja los versos desde su óptica poderosa como dice Piccoli de él  “Oliva concentró los procedimientos de la escritura poética, métrica, tropos, aliteración, prosodia se entremezclan en sus versos en excelsos torbellinos”, su genio de escritura le permitía andar y desandar los distintos campos poéticos filosóficos históricos litográficos griegos con la elegancia y solvencia de la palabra académica montada sobre la popular. 



ALDEBARÁN tango
Fragmento
Niño signado en grama del suburbio,
de espaldas, en leve ensueño tendido,
la mirada libre de la visión,
vaga en la fraternidad de nubes.
Es otoño. El suceder es un tierno
capricho del cosmos y el agua elemental
fluye en su pulso, no en el río de Heráclito
no porque fue, sino que sucederá.  

Aquí con el recurso del verso encabalgado de tal forma que el verso que termina sigue en el de abajo dando continuidad y la velocidad de fluir del poema en ese suceder de río de agua no refiriéndose a un pasado o algo recordado sino sentenciando, anunciando, previendo que sucederá.
Vemos como utiliza o recurre a lo filosófico, a los griegos, el río de Heráclito alude a que uno no se baña dos veces en el mismo río para dar un sentido de único a cada acto desligado de lo que fue en un presente que vendrá único en sí como todo presente.

Fragmento
Guíame Paul, llévame Paul Eluard
doctor Amoris,
por sobre la tiniebla,
 a la estrella de mar
de oro ceñido
que flota en la pupila,
meteoros de esplendor
que danzan en el iris.

Aquí recurre al campo de los poetas al querer ser guíado por el poeta surrealista Paul Eluard.
Fragmento
El loco corazón en el conjuro/ vano de Aldebarán, gema cegada/ por la deflagración del equinoccio/ elevó el sortilegio del derrumbe/ donde la calle Santa fé de entonces/ se abría como el lago del Averno/ y sus riberas eran sospechosas.

BALADA DE LA CARCEL DE REDES

¿Que verdad se incineró
en el núcleo de la verdad?
¿La lágrima pendular,
del ojo de Eros
es la inmarcesible
perduración
de la ceniza del Fénix?
Aves caídas en redada
fingidora de cielos, huellas de fuego
impresas
en la urdimbre del futuro.

Fue un tiempo.

Ahora,
irá reflejada en el punzante
caos del espejo
retrovisor ;
nave a la ventura,
escorada en popa
reculando
de la textura del silencio,
filigrana
(que nos cubre)
de abismo,
hipóstasis
de las transfiguraciones
de la selva.

 En este poema vemos el uso de la lengua, variando palabras académicas con populares o elegantes con palabras de uso común dando una imagen de contraposiciones linguisticas a modo de sombras y luces que dan color al poema o a lo que el poeta quiere expresar en el poema.

DE FASCINATIONE: Late a obscuras,el pubis de la tormenta. El ojo le llaman alma conmovido porque ya aclara el sueño,¿podrá sobrevolar marcar el socavón…  

El uso fino y elegante de las palabras que dan un tono y altura al discurso siempre presente en el poema y lo que lo hace más bello aún es la contraposición con palabras de uso común o a veces burdas que le dan más brillo, por lo inesperado del cambio como los contrastes de sabor en la boca que hacen más sabroso el alimento.


 Publicado en 2015 en el suplemento cultural del diario El pregón de San salvador de Jujuy.











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