viernes, 28 de septiembre de 2018

       UNA FORMA DE LEER A ASHBERY  por Pablo Queralt. 
       Publicado en el suplemento El Pregón de Jujuy en 2013.









Al acercarnos a los textos de Ashbery en ese desorden y velocidad de las palabras encontramos la unidad del sentido que produce arcos de imaginación con ideas expansivas como flechas que siguen con el fluir del río del caudal de la escritura continua que no se detiene en su ruta. Y en ese fluir se revelan las zonas secretas se descifra la experiencia. Como dice Ashbery: escribe no de lo que le pasa sino a partir de lo que le pasa, la experiencia de la experiencia y allí en sus textos lanza varias líneas de ideas en simultaneo como pájaros al viento o utiliza la escritura casi automática armando la estructura del camino literario Ashbery  por esa zona que se desliza su sentido, ya desde su libro “Como un proyecto del que nadie habla”“autorretrato en espejo convexo” dedicada al pintor Fransceco Mazzola, el Parmigiano  o hasta “”Por donde vagaré”.    
No es necesario comprender el significado de las palabras sino solo resta escuchar el rumor del mar en la escritura, ese murmullo, que transporta el poema en su camino onírico, sigamos el sueño de esa asociación de ideas de ese fluir de la conciencia cabalgada por los sentidos a partir del hecho, de lo que sucedió que desprendió el  camino que sigue el poeta y experimenta, degusta y realiza en el poema que concluye
y se cierra con la lectura del lector. 




Entonces vi brillar otra vez la llamarada. Ayuda, dije, quiero que me saquen de aquí incluso más que tú. Era yo una hermosa luz titilante al final de un túnel, y entonces alguien me deseo esto. Ayúdame a olvidarlo por favor. 
Al volverme del resplandor hacia el cubrecama, vi que con nuestros defectos todos somos maravillosos gracias a ellos, hay letras en el alfabeto que aún no conocemos, pero cuando demos con ellas conoceremos el lustre de las cosas sin apoyo, habrá podido nuestra negatividad más que nosotros, y nos vendrá el bien.

……

los chelos les ofrecen apropiado alimento sobrio
a las violas que aspiran a algo más elevado,
que no aparece al final del mapa .Vamos por la avenida familiar
que lleva a la ciudad y unas gotas de lluvia hacen cosquillas arriba a las hojas.



Como un incendio forestal en una jungla sin nadie que lo observe, esta brisa marina me libera de la nube del saber.

De por dónde vagaré traducción Daniel Aguirre


En ese itinerario va creando redes paralelas que se articulan con su voz como luces rápidas que prenden y apagan o como cuando el subterráneo se para entre dos estaciones y surge cierta desdicha, temor como puntos de fuga. Los cambios de ritmo bruscos pero también la persistencia en la continuidad de la experiencia del libro del viaje ese desprendimiento, metamorfosis a partir de la experiencia, la vida que nace a partir de la vida. Zonas o momentos en la lectura de una estética sin entender pero que tienen el sabor de lo bello en sí, como el secreto que no se deja ver.
Digamos que la lectura de Ashbery implica o requiere un esfuerzo o ejercicio de adaptación, pero cuando se adquiere ese estado o timing nos da muchas satisfacciones y placer. Y por esos pasajes o grietas que permite la lectura entramos a un mundo que nos convoca a un universo de otro sentido de la escritura, como Ashbery decía su escritura era una conciencia individual enfrentándose con un mundo de fenómenos exteriores. Con rasgos característicos como cambio de tono, de voz del narrador elipsis, cambios de puntos de vista para dar una impresión de flujo. Decía “intento utilizar las palabras de forma abstracta como un pintor abstracto utiliza la pintura”. Con una musicalidad que lleva al argumento en forma convincente hasta el final queriendo reproducir la capacidad que tienen los sueños de persuadirnos, de que existe una relación oculta
entre objetos dispares.

El primer año fue como helarse. Luego el pastel empezó a surgir de nuevo. Alguno que estuvo bien, excepto que olvidas la dirección que estas tomando. De repente estas interesado en algo nuevo y no puedes saber como llegaste hasta aquí. Luego esta la confusión que emerge incluso de la felicidad, como humo.


Todo acaba gastándose. No dejo de repetírmelo pero nunca puedo llegar a creerme a mí mismo aunque otros lo hagan. Aunque las cosas lo hagan. Y las cosas que ellos hacen como debate de la seda o cierta parada glótica en tu voz …….  Cada uno es un puerto que desearíamos alcanzar una vez más antes de morir.

Eso es lo que viene con la edad pero con no envejecer. Las piezas de la descomposición quebradas en los bolsillos la postura que adoptamos para hoy sabemos perfectamente que es el alumbramiento del ayer y su madura predicción. 

   De “Una ola” traducción Ignacio Infante


sábado, 22 de septiembre de 2018

20 líneas al día de Harry Mathews- Por Pablo Queralt-





Para Harry Mathews escribir es borrón y cuenta nueva, una página en blanco a llenar es cada día. Por 
cierto el poeta neoyorquino nos sorprende en su calendario de escritura como en una bitácora o cuaderno de secretos. Y así lo demuestra en sus “Veinte líneas por día”, editorial Mansalva 2015 en traducción de Cecilia Pavón. Poeta y novelista del grupo de John Ashbery, Kennet Koch, y miembro del grupo Ouvoir de Littérature Potentielle junto a Calvino, Queneau, reúne en su libro “Veinte líneas por día” textos escritos desde el 17 de marzo de 1983 hasta el 25 de junio de 1984.
Estos escritos son ideas que se le ocurren al poeta como el ir a la ópera para soltar sus emociones, llorar, que de otra forma quedarían contenidas, reprimidas. En cada página revela un misterio, nos da un conocimiento que en realidad es sabiduría, esa que se necesita para vivir, en el sentido de reconocer, agudizar el sensorio en las cosas que verdaderamente hacen al ser, en ese sentido sin proponérselo quizás sea este un manual, una suerte de Tao que ilumina.
Varios son los motivos que animan la escritura en Mathews, y se lo interroga en cada página de estas veinte líneas, como estar sentado en el tren agiliza su pluma, en ese movimiento sin moverse que da el viaje en tren, como decía Francis Ponge, es el clima perfecto para ver reconocer a alguien hace años no frecuentada, en esa melancolía patética de esa alegría perdida hace años, en ese espasmo de abrazarse como queriendo aniquilar juntos todo el tiempo que habíamos estado sin vernos.  
Todavía me sigue impactando su potente claridad de consciencia al releer su encuentro con su amigo Bobby,  bebedor que dejando el alcohol, al ver que es una sed que da más sed, concluye  que eso hacía más interesante la posibilidad de dominar el problema, lograrlo demostraría que incluso la ebriedad puede ser un agente de consciencia que la frase in “vino veritas” no se refiere exclusivamente a la exposición involuntaria de uno mismo sino, también a la posibilidad de una lucidez consciente.   
Sus textos son ese lenguaje universal donde se conjugan poesía, ensayo, novela, prosa quién podría decir es este género, es donde se encuentran todos, como lo hacía George Perec o Arnaldo Calveyra y muchos otros tantos, como Severo Sarduy.  Es el momento donde el país de los libros se iguala al país de la vida, allí radica el genio de su escritura, su verdad.
El libro ya no será algo imaginado sino algo escrito algo que existe fuera de vos. Un niño en un útero significa la vida misma.
Además de escribir sin quererlo su propia autobiografía, aunque sea otra biografía o solo se revelen en esas historias algunos recuerdos. Como un poder llegar a cosas que desconoce a través de su verdadera historia en otra historia que es la que esta contando y no es la propia. Mi vida recordada y mi vida inventada.
Como quitarse envoltorios para llegar al estilo, cuando en otra página, otro día se plantea escribir bien. Donde convoca a Roland Barthes, para que la escritura sea natural y personal, y que ese envolverse el cuerpo en los sentidos, para que no se vea, ese pudor dice, no le quite el brillo y lo nouménico a la escritura, lo propio, el tono del que habla, el detalle que enamora. Hacen a la cosmogénesis, la poyesis de su escritura.
A pesar de todo lo que ya he aprendido, todavía me falta aprender lo esencial, y que vivir como lo hago, entre revelaciones, es vivir en base a la experiencia muerta, vivir de conceptos. Yo diría vivir la experiencia muerta, anulando la fuerza inspiradora “el poder del universo esta en mí”. Esa forma de decodificar “el mensaje definitivo”.
Arrastra en sus escritos universos propios para hacerlos terreno existencial, ese de todos, cada línea abierta libera ideas expansivas, ese material sensible que se potencia, este libro en ese sentido compone una unidad de constelación. Es un metabolismo vital que nos atraviesa transversalmente, formando un nuevo sentido en las cosas. Y se da a un juego de preguntas, interrogantes, planteamientos ¿que tema no penetra nunca estas páginas? Y si esa exclusión no pondrá en peligro todo el proyecto?  Son develamientos de la verdad, son campos de transito de lo posible, de extraer, que componen esta máquina estética. No poder escapar a esa mirada en sentido universal, cuando se atraviesan los portales, esa mirada hospitalaria y la otra desconfiada que hacen acortar las distancias del adentro- afuera, la interioridad a que todo poeta se refiere, la forma de vivir las cosas. Y siempre el sondeo de situación del yo, cuestionamiento crítico, autoconocimiento como el testigo en esa experiencia de deseo y satisfacción “¿qué te pasó a vos? ¿dónde estaba el yo?”
 “vi esos nuevos colores y traté de identificar los sentidos que me importaban”
“el logro tenía que ver con un rito supersticioso de cumplir con las obligaciones y no con recrear tu plenitud” 
“crezco en etapas, la misma una y otra vez””.

20 líneas por día editado por Editorial Mansalva 2016.








miércoles, 19 de septiembre de 2018

El abrazo -de Thom Gunn- traducción de Agustin Etchebarne y Pablo Queralt





Era tu cumpleaños, habíamos bebido y cenado
la mitad de la noche con nuestro viejo amigo
quién nos mostró en el final
una cama que encontré en un paso de ebriedad
donde al toque caí listo,
y somnoliento con la copa de vino a un costado.
Bebí, dormí. Mi sueño se rompió en un abrazo,
de repente, por detrás,
en el cuál toda la medida de nuestros cuerpos se
comprimieron
tu empeine en mis talones
mis escápulas contra tu pecho
no fue sexo pero pude sentir
toda la fuerza de tu cuerpo
o sujetándome a mi
y aferrándome a vos
como si todavía tuviésemos 22
cuando nuestra gran pasión todavía
no era familia.
Mi rápido sueño había borrado todo
el tiempo y espacio donde sucedió.
Solo supe la permanencia de tu seguro y firme
abrazo seco.
Libro El hombre con sudores nocturnos- fader and fader

miércoles, 12 de septiembre de 2018

TODAVÍA JUNTOS- Yves Bonnefoy- Traducción Pablo Queralt



                                    



DESPÚES DEL FUEGO
  

Es esto todavía una iglesia? Estos pilares vacilan
en el extremo del fuego.
Nada más que yeso ennegrecido es lo que queda del hecho
ángeles y frutas allí tienen cerrados sus ojos.


Y desierta esta la nave. Una estatua,
de santo media desnuda, allí vieja sola.
El fuego sobre ella también ha hecho su obra.
Sin embargo afuera en la villa, todo es ruido.

Quién desespera, que entra aquí, es más que un dios
este absoluto que yerra sobre la llama.
Esto era casi el ser, el viento que tomó

en la calcinación de una luz.
Amen este santuario, mis amigos
donde se desnudan los signos, eso es
casi el amanecer.








sábado, 1 de septiembre de 2018

  
TODAVÍA JUNTOS- Yves Bonnefoy- Traducción Pablo Queralt






  BRIEFWEG A WARBENDE



Esto, que yo recojo es una carta
yo estaba ayer sobre la hierba, al borde del camino.
Ahí están, las páginas que son manchadas de barro
La tinta desbordaba las palabras, es ilegible.


De ello queda ahora lo que es casi una luz,
el desflecado de esos signos deshechos,
el aguacero ha mojado una promesa,
la tinta se hizo un arco de cielo.


Amamos así las palabras del nubarrón,
ellas también son una carta y nuestro señuelo
pero la luz las atraviesa y las redime.

Voy yo a descifrar esas frases?
No, ellas me superan, a su pesar.

Yo sueño que la noche es un día que se eleva.