viernes, 8 de agosto de 2025

Yves Bonnefoy 3 poemas de ensemble encore traduce Pablo Queralt.

 


EL PIE DESNUDO LAS COSAS

 

Ella arriesga, un pie desnudo después toda una pierna hacia afuera de los límites del jardín del Edén. Esto es tocar el piso.

 

Oh es frío!

 

Que es esto? Él pregunta desde el fondo del sueño.  

 

Como saber? Estas cosas, las cosas.

 

Las cosas? Que es esto?

 

Yo no sé. Las piedras que están en el agua que corre sobre estas cosas que son

como piedras. Yo allí remojo mi pie, esta frío.

 

Dime sin embargo a que se parece, esa cosa?

 

No sé. A todo o a nada. A lo de adentro, a lo de afuera.

 

Se mueve? Puede que no, respira.

 

Todo respira.

 

Si respira pero de otra manera.

 

 

Ah dime, se endereza, abre los ojos.

 

De otra manera? Allí no moviéndose. O rodando de piso en piso. Yo la empujo

con el pie, la cosa, desciende las escaleras, oímos sus saltos sobre cada escalón, con

un momento para detenerse donde dobla la escalera, te acuerdas. Pero esta silencioso

a pesar del ruido. 

 

Yo recuerdo. De día se deslizaba entre las persianas cerradas. Era la mañana temprano, hacía frío.

 

Yo oía esos ruidos en la escalera, yo tenía miedo.

 

No temas más, mi amiga, volvamos a dormir. Porqué imaginarse

que había mundos?

 

Pero tu existes! no?

 

Es que yo sé si existo? Nosotros salimos, es verdad nosotros

fuimos por el prado, pero no había más. Y ese granizo a veces sobre la hierba. Las lagrimas son ese granizo derretido.

 

Yo oigo los ruidos, yo creo que las vendimias comienzan! Ven a la ventana, nosotros vemos, nosotros veremos. Yo tocaré el pie oh distraídamente y doblado bajo la ventana.

 

Yo tengo mucho cariño por ti.

 

Y yo estoy sentado muy cerca de ti sobre la cama. Es el amanecer, no es así?

Yo toco con mi pie desnudo una loza fría.    


 

 


VOCES EN LA CIMA DE LOS ÁRBOLES

 

Esas voces, escuchá!

 

Si ahí en lo alto

 

En los árboles ?o más alto todavía?

 

Como saber? Es un grito

 

No, es una risa.

 

Risa y llanto a la vez.

 

Ellos trepan, y aquí Dios sabe por que o quizá no que Eva se esconde tan alto

que a ella la envuelve el vértigo. Adán quien de rama en rama le tiende su mano.

Los ojos cerrados, ella allí exhibe su larga pierna. La primer mano que se haya

conocido en el mundo que se haya estrechado con un pie polvoriento. Ella desciende precavidamente o no.

 

Yo he visto dijo ella.

 

Que cosa?

 

Yo he visto otras cosas. Todo era pequeño. Las nubes que no se mueven. Las casas.

 

Y para ofrecer a Adán esas otras cosas, ese fruto del árbol, subamos más arriba!

 

Ah, que de ramas y que de hojas que de frutos! Ellos separan las ramas para llegar

a esas otras cosas, siempre más alto. Ellos observan a lo lejos esta vez juntos. Esta

es la visión de la verdadera vida.

 

Ellos no descendieron más. Los niños jugaban allá en lo alto, se provocaban con gritos

y risas como no conocieron en la tierra.

 

Apenas ponen atención en las piedras que caen sobre ellos de no se sabe que parte más alta del mundo. Piedras de diversos colores, formas que rebotan contra las ramas a veces golpean. A veces matan.

 

Esa es la visión “cima de los árboles”.

  


 

ESE  RUIDO QUE ES?

 

 

Ese ruido, que es?

 

Yo no he oído nada…

 

Pero si ! Es un retumbe. Como un tren que pasa

bajo tierra.

 

 

Nosotros no tenemos trenes bajo tierra.

 

O retumba en los muros.

 

Que son tan gruesos!  Tantos siglos

se han amontonado sobre ellos…

 

Justamente, ah escucha!

 

Yo no he oído nada…

 

Vamos! Era como un grito, no,

varios gritos que se mezclan.

 

 

Yo no te creo.

 

Debes creerme, ah todavía.

 

Todavía qué?

 

Las voces, de gente que se hablan, son tres

o cuatro, se enciman, es algo violento.

 

 

Tu no has tenido el tiempo de escucharlas.

 

Pero si! Si, fue breve. Pero fue prolongado también.

 

Un instante, de acuerdo. Pero al infinito.

 

Un pedazo de piedra, con sus marcas,

sus fisuras, todo su color, es el infinito, no?

 

 

Esas gentes se hablan después de siglos.

Aquí, aquí.

 

Aquí, donde?

 

Pero acá, en este lugar donde nosotros estamos.

Todo cerca de nosotros. Observa!

 

Yo no veo nada.

 

Tu no ves nada! Pero estas cabezas!

Estos dos seres que se toman por el brazo, no,

el brazo de uno en el cuello del otro y que avanzan.

Ellos pasan a través de nosotros.

 

Mira a tu alrededor, amigo mío.

El sol sobre las losas, el poco de polvo en el rayo de sol

que cae de estas altas ventanas, el hermoso espacio de esta sala.

 

Escucha esta música!

 

Si yo oigo que se eleva, que crece, que crece ah!

 

Que tiene?

 

Ese grito, tan fuerte, tan penetrante!

 

Como si el mundo se fuera a acabar!

 

Grande y clara la luminosidad de esta mañana de verano. Amigable a través

de los arbustos y de las flores. La fragancia del tilo y del romero, o bien de la menta,

es decididamente más fuerte hoy.

Los insectos se devoran, entre estas piedras planas y grises,

salpicadas de espuma.