viernes, 18 de enero de 2019

LA TAREA DEL TRADUCTOR. Y. Bonnefoy. Traducción Pablo Queralt.








Traducir? El joven traductor está buceando. Estas son las palabras que tienen sentido ya que siempre será joven y esta pagina bajo su mirada, es un océano, de agua cerrada. Los soles cubren muchas chispas diminutas, casi alegres, la ligera hinchazón de la superficie, pero él sabe, que allí abajo esta el abismo: de entrada un verde, un azul verde no puede ser más oscuro, llegando al negro.


Se zambulló. Y alrededor de él de repente aparece una pequeña claridad vaga en varios lugares desde los cuales percibe lo que parece vivir. Que es lo que esta delante de él?
Él esta nadando en esa dirección, esta observando que es esférico, esta agitado por una vibración, una luz pálida esta delante es una bombilla vieja que termina encima de una mesa cargada de libros?  De hecho es un estudiante que esta sentado allí, con la frente en sus cuadernos, los brazos alrededor de la cabeza. Parece dormido. Bien cerradas las ventanas de su habitación, pero el agua del exterior golpea furiosamente contra sus cristales. Que silencio!

Se desplaza, con un movimiento suave de los brazos alejándote de esta medusa.


 Y este otro, un poco menos brillante? Pero esta el mismo joven!  Grita, lucha, intenta liberarse de dos secuaces siniestros que lo maltrataran, que lo llevan, esta claro, donde?   Rosencrantz y Guildestern obviamente.


Así, a distintas distancias, estas existencias, estos fuegos. Debería decidirlas orgánicas, estas medusas, diría yo, pulpos, inmóviles, una de sus miradas filtrándose bajo alguno de sus parpados, allí puedo reconocer hermosas nubes, detenidas en este cielo desde abajo  con colores increíbles ni de mañanas ni de tardes? Pueden ser más que palabras, solo pensamiento? Nada más que grupos de imágenes privadas de significado, pero que ni la memoria ni la voluntad disipan? Nudos de humo que hacen que la espiral en el agua ahora sea mucho más azul que verde, bóvedas que el nadador no ve por encima de él cuando, suavemente desciende, busca.

Mi hijo donde estas? No te escondas!



Difícil de hecho la traducción. No sabemos si tenemos derecho a imaginar.


Y se hunde de nuevo, se hunde más lejos, más abajo, aun más bajo el traductor.  Más raras y menos luminosas son estas vidas del abismo, que él no sabe si esta dotado o no de conciencia. Polonio pasa corriendo sin aliento, jadeando, es demasiado para este hombre gordo, se caerá, donde tendrá derecho a creer en una playa de arena negra frente a una aurora ahogada en la niebla.   


Desciende si, por sacudidas. Con todos sus ojos cuestiona a la inmensidad de la noche. Qué hacer con esta palabra por ejemplo en esta oración? Tiene un ritmo, lo creí del inglés, y puede ser,  pero esa palabra, no, no es inglés, no es de ningún idioma conocido, de ninguno de este mundo. En este verso de Shakespeare esta el silencio, brillar vagamente como lo hacen las piedras.



Desciende. Faltan años antes que no se aperciban uno de esos seres, si esa es la palabra para decirlo.

El traductor entiende que nunca alcanzará el terreno que ha soñado. Confiesa que nunca finalmente, encuentra bajo su pie algo de arena clara, no se recuperará, sus ojos llenos de luz. Que hubiera sido hermoso, y reconfortante, beneficioso, tocar con sus manos el gran naufragio! Ella está rota allí. Nada queda en pie de los enormes mástiles. Cofres de libros abiertos, las hojas permanecen todavía colgando alrededor, no, ni siquiera.  Una frase pintada en el arco sería sin embargo visible. La haríamos emerger de la noche, mediante la antorcha eléctrica que se ha conservado para este gran momento, se podría soñar con traducirlo a algún otro idioma hablado en otra parte, o en ninguna parte, que esta en lo más profundo de cada uno de nosotros.    














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