miércoles, 30 de enero de 2019

Memoria sin resolver. Traducción Pablo Queralt y Agustín Etchebarne.




Tu dolor aún cuelga en el aire,
Moteados filosos de él suspendido,
La voz de tu desesperación-
Eso tampoco se termina:

Cuando cerca de tu muerte un amigo
Te preguntó que podía hacer él
“Recuerdame” tu dijiste.
Nosotros te recordaremos.


Una vez cuando fuiste a ver
Otro con fiebre
En una cama de hospital similar,
Con terrible tos de invernadero
Y terrible escalofrío de invernadero
Que lo empapó y luego lo secó,
Y percibiste
Que tenía que ser consolado,


Subiste allí junto a él
Y lo abrazaste claramente a la vista
Aunque estabas lo suficientemente enfermo,
Y tenía tus propios miedos también.





viernes, 25 de enero de 2019

Filemon y Baucis- Thom Gunn- Traducción Pablo Queralt y Agustín Etchebarne.




Amor sin sombras-w.c.w

Dos troncos como cuerpos, cuerpos como troncos trenzados
Apoyados por su abrazo de madera. Las hojas
Brillan en hábito tierno en las extremidades.
Verdaderamente unos a los otros, han abrazado tanto tiempo
Sus cortezas se han reunido y se han casado en un solo flujo
Cubriendo a ambos. El tiempo ilumina el bulto guapo.
Los dioses estaban agradecidos, y por el consuelo dado
El consuelo se multiplicó por mil.
Por lo tanto la pareja se filtro en ese suelo
Las diferencias se prolongan a través de su vigor tardío
Que mantuvieron sus intercambios salados y abrasivos,
Y encontrado con amores equilibrándose por igual,
En plena tranquilidad. Ponen inquietud detrás de ellos
Hace mucho tiempo atrás, mucho tiempo atrás olvidado
Como cada uno despertó separado a través de la pálida noche gris
Hace mucho tiempo atrás olvidaron los días en que cada uno,
-montando la exuberancia nerviosa del otro-
Supieron la lenta emoción de aprender a amar
Lo que, gradualmente revelado, se convierte en sí mismo
Se expande, desenvaina, a medida que los rayos agudos exploran:
Inventados en la revelación continua.

Han caído en una siesta perpetúa
La paz de los árboles que toda la noche nadas susurran.






viernes, 18 de enero de 2019

LA TAREA DEL TRADUCTOR. Y. Bonnefoy. Traducción Pablo Queralt.








Traducir? El joven traductor está buceando. Estas son las palabras que tienen sentido ya que siempre será joven y esta pagina bajo su mirada, es un océano, de agua cerrada. Los soles cubren muchas chispas diminutas, casi alegres, la ligera hinchazón de la superficie, pero él sabe, que allí abajo esta el abismo: de entrada un verde, un azul verde no puede ser más oscuro, llegando al negro.


Se zambulló. Y alrededor de él de repente aparece una pequeña claridad vaga en varios lugares desde los cuales percibe lo que parece vivir. Que es lo que esta delante de él?
Él esta nadando en esa dirección, esta observando que es esférico, esta agitado por una vibración, una luz pálida esta delante es una bombilla vieja que termina encima de una mesa cargada de libros?  De hecho es un estudiante que esta sentado allí, con la frente en sus cuadernos, los brazos alrededor de la cabeza. Parece dormido. Bien cerradas las ventanas de su habitación, pero el agua del exterior golpea furiosamente contra sus cristales. Que silencio!

Se desplaza, con un movimiento suave de los brazos alejándote de esta medusa.


 Y este otro, un poco menos brillante? Pero esta el mismo joven!  Grita, lucha, intenta liberarse de dos secuaces siniestros que lo maltrataran, que lo llevan, esta claro, donde?   Rosencrantz y Guildestern obviamente.


Así, a distintas distancias, estas existencias, estos fuegos. Debería decidirlas orgánicas, estas medusas, diría yo, pulpos, inmóviles, una de sus miradas filtrándose bajo alguno de sus parpados, allí puedo reconocer hermosas nubes, detenidas en este cielo desde abajo  con colores increíbles ni de mañanas ni de tardes? Pueden ser más que palabras, solo pensamiento? Nada más que grupos de imágenes privadas de significado, pero que ni la memoria ni la voluntad disipan? Nudos de humo que hacen que la espiral en el agua ahora sea mucho más azul que verde, bóvedas que el nadador no ve por encima de él cuando, suavemente desciende, busca.

Mi hijo donde estas? No te escondas!



Difícil de hecho la traducción. No sabemos si tenemos derecho a imaginar.


Y se hunde de nuevo, se hunde más lejos, más abajo, aun más bajo el traductor.  Más raras y menos luminosas son estas vidas del abismo, que él no sabe si esta dotado o no de conciencia. Polonio pasa corriendo sin aliento, jadeando, es demasiado para este hombre gordo, se caerá, donde tendrá derecho a creer en una playa de arena negra frente a una aurora ahogada en la niebla.   


Desciende si, por sacudidas. Con todos sus ojos cuestiona a la inmensidad de la noche. Qué hacer con esta palabra por ejemplo en esta oración? Tiene un ritmo, lo creí del inglés, y puede ser,  pero esa palabra, no, no es inglés, no es de ningún idioma conocido, de ninguno de este mundo. En este verso de Shakespeare esta el silencio, brillar vagamente como lo hacen las piedras.



Desciende. Faltan años antes que no se aperciban uno de esos seres, si esa es la palabra para decirlo.

El traductor entiende que nunca alcanzará el terreno que ha soñado. Confiesa que nunca finalmente, encuentra bajo su pie algo de arena clara, no se recuperará, sus ojos llenos de luz. Que hubiera sido hermoso, y reconfortante, beneficioso, tocar con sus manos el gran naufragio! Ella está rota allí. Nada queda en pie de los enormes mástiles. Cofres de libros abiertos, las hojas permanecen todavía colgando alrededor, no, ni siquiera.  Una frase pintada en el arco sería sin embargo visible. La haríamos emerger de la noche, mediante la antorcha eléctrica que se ha conservado para este gran momento, se podría soñar con traducirlo a algún otro idioma hablado en otra parte, o en ninguna parte, que esta en lo más profundo de cada uno de nosotros.    














martes, 15 de enero de 2019


Intensidad y velocidad. Por Pablo Queralt.





Hay palabras de velocidad inicial y después se van quedando, hay otras de velocidad terminal, que incrementan la velocidad a medida que avanzan de forma que varias de las primeras pueden valer por una sola de esta última en el poema. O tal vez según se asocien ganen unas a otras en velocidad para que el poema tenga una circulación de sensible, de entendimiento casi simultaneo al de la luz de la lectura, sin entorpecimientos, que sea una lectura lineal a pesar de no ser discursiva-temática sino con varias líneas en simultaneo de ideas y emociones a la vez, pero que las palabras adecuadas y sobre todo en términos de avance de flujo continuo rítmico y simultaneo le den el toque de verdad al texto.
Los encabalgamientos o los expansores a la forma de Juan ele Ortiz le dan un aire, un respiro, ponen un espacio, un suspenso, una espera que disminuye la velocidad del poema, es un rebaje de velocidad. El ritmo del poema es un tiempo distinto al de la vida, aquí preparamos musculamos, estiramos, elongamos las palabras para que canten todas sus sílabas y consonantes a un contrapunto adecuado al que esperamos de esa realidad, buscamos el paso, caminamos como cantamos, aceleramos o tenemos escenas de frenado para encontrar el erotismo, el justo tono, la voz que queremos. El lenguaje  marca el primer punto del poema, ese estado de acechanza animal latente por debajo de la letra siempre preparado a dar su zarpazo para entrar en acción fijando un sentido, textualizando una idea, un acto de un principio a fin hace su movida. 
La economía de esencias en el poema que se desliza de imagen pequeña a imagen pequeña, como márgenes que se conectan en ese mundo,  las cosas son las que hablan, esa economía de palabras que sucitan en el espíritu de la cosa, el sentido que recorre cada ser que lo habita como algo alcanzado visible, presente, rítmico.
Poemas de una simpleza complejidad, captados en el aire del lugar que cambia según el viaje del poeta, el cuarto, la pileta, la plaza, la playa, la salida de la cancha, del cine, las voces de la calle, el estronar del subte entre estación y estación, el ritmo de una lectura que va in crescendo como una orquesta mozartiana transportando sus interrogantes como un himno, como una canción a la que el poeta no renuncia y adhiere y planta como bandera junto a la higuera en su patio, para decir otro amén.







El poema que no se parte es mérito de las palabras empleadas pero también de las imágenes de la secuencia, el enlace de imágenes que van dando solidez, una argamasa, un ritmo y entonación al poema. Pero también podemos redoblar la apuesta y buscar un poema que se fracture, que se parta por una aparente debilidad y que con cada uno de los versos pedazos podamos seguir, continuar la línea del poema, es otra alternativa la ruptura, la poesía de rupturas, de distintas líneas de ideas, imágenes superposiciones, pero también podemos apostar a la consolidación de la fractura del poema. Solo que la consolidación debe ser rápida por que a nadie le gusta el tiempo de la enfermedad y a partir de allí buscar el camino, seguir el verso del poema como puentes de unión entre los versos, que deben ser sólidos y a su vez flexibles para que lleven el movimiento del camino del poema y que este transite para ser leído, comprendido, apreciado. Debe tener cierta resilencia la de volver a un estado anterior perdido necesario para este tipo de escritura de riesgo, de rupturas.
El cinturón que ajusta el poema, ciñe, adecua las palabras en los versos le da cintura al movimiento de las imágenes, a los focos y en esa secuencia arma su música visual, le da el talle a través de los encabalgamientos, los expansores que alargan, frenan palabras como aún, todavía o mejor la repetición lenta si, si, pero… o aún allí, como que hacen recodos en el camino del poema, bajan la carga, la sobrecarga de exceso de enunciaciones, enumeraciones, de la sobre-adjetivación, las suavizan, agilizan el tránsito del sentido del poema.
Podemos hablar de talles de poemas como una expresión de la forma que incluye al fondo, cuanto más cintura tenga un poema debido al uso de palabras firmes pero flexibles, el poema será más enérgico o potente en el sentido que resiste y es maleable también, no es rígido, entra en el sensorio, fluye, es de curso sináptico transmite sus versos y palabras, funcionan como axones y dendritas que hacen una red de información que da el color, el tono, la intensidad que variará según las palabras más veloces, más livianas o menos que den curso al volumen, el alto del vuelo.

 Del Libro inédito de ensayos Dicho al oido. 




viernes, 11 de enero de 2019

EN EL ATELIER DE UN PINTOR- Yves Bonnefoy- Traducción Pablo Queralt.





 En el atelier de un pintor at the very witching time of night. Avanzando en la noche que puedo hacer mejor que arriesgarme aun más, caminar después de deslizarme caminando sobre los reflejos de la luna sobre una piedra pulida hasta este amigo pintor que trabajó todo el día?

Tanteando encontré la segunda puerta, la empujé de par en par, entré. La oscuridad es casi total, yo no distingo que una pared muy áspera al alcance de mi mano a mi derecha parece elevarse infinitamente a lo alto hacia un posible cielo uno de aquellos mundos de aquí ya que es tan sin estrellas. Toco esta pared, me recuesto contra él, él me ayuda a seguir adelante: con precaución, como debería, entonces sé que el taller esta muy lleno de estorbos, caballetes, cuadros, potes de pintura dejadas abiertas en el piso. Y también aquí y allá los montones informes de lino húmedo.

Pero que eso que me lastima? Está vivo, siento bajo mi mano un lomo de lana suficientemente alta. Y tuve que asustarla a esta oveja porque esta dando un salto a un lado con un balido que en esta oscuridad arroja alarma: por todos lados hasta muy lejos un pisoteo que supongo empujando, bramando esta vez, rebuznando, un grito que a veces es escalofriante, agudo, del simple y triste rumor de todas esas vidas invisibles. Mi amigo el pintor serías un retratista? Si puedo encontrar un interruptor alumbrar, ir y ver estas cabezas paradas delante de mí, no, estos hocicos, grandes orejas erguidas, ojos innumerables fijos sobre mi con este miedo incesante y este asombro de no entender
que son la parte de la vida?

Sí, pero donde está ella, esta luz? me siento sobre la arena o me hundo en el agua tibia de las olas de la rompiente cerca de mí : los escucho, respiro el olor …escucho la mano, en la pared. Es una mesa, esta, con lápices, hojas? No, no. 



Pintor, tenías ayer gestos tan precavidos para no dejar que el mundo envejezca! Mirando directamente al color, cortando el azul, el verde, una gran tijera lleva en la vida, la muerte, el deseo, la infancia. Haciendo que se eleven toda clase de días entre las hojas, y que cada vez eso fuera inesperado, tranquilizador, hermoso. Ah pintor, amigo mío, tu bien existes! La prueba, este abrigo quizá negro, manto de tinta, silencioso, infinitamente duro, cemento tal vez, que toco sin ver nada en este perchero cerca del cual  me quedé, en la puerta todavía.    





Y aquí lo que ha pasado a mi lado, son dos hombres. Uno le dice al otro:  “the air bites shrewdly, it is very cold”. En cuanto se abre la puerta de par en par, los dos salen riendo, y eso es por un instante un rayo de luna, estrecho pero lo suficiente brillante como para  ver, allá abajo, en el centro del estudio de tu búsqueda sin fin. Donde estamos? En las murallas. Estas cerca de uno de los grandes creneles, también sentado contra la piedra, tus ojos vuelven a ese cielo decididamente sin estrellas. Y tienes delante de ti, tienes en tus manos hojas cuya sangre fluye, es una cara aun, la de un Dios, un gran sufrimiento que respetas. Pero que estas hacías tu?


No hubiera sabido, desde este umbral donde estaba, pero resulta que estoy también muy cerca de ti, mi amigo, y veo que eres inmenso, una especie de jardinero, y que te comprometes a correr un agua -es verde azul y amarillo ocre y negro también, y rojo, un rojo del cielo del atardecer- en los pliegues movedizos de un campo del comienzo del mundo. Un agua que ha llegado desde infinitamente lejos para rejuvenecer este suelo que ha sido arado. Ya crecen las plantas que ni tú ni yo hubiéramos sabido ayer. Y la oveja que me había golpeado, aquí está. Su cabeza busca mi mano y ella tiembla, por supuesto esta preguntando, como cualquier petición en esta tierra.



Detrás de este atelier hay un gran jardín, o parque, con árboles de otro sector y viejos caminos que no terminan en ninguna parte. En un punto llegué a una especie de kiosco.   Entras, tres pasos, es pequeño, solo una habitación con una mesa donde una vez se abandonó un rollo de cuerda.  El rollo esta deshecho, un extremo de la cuerda cuelga del suelo, casi lo toca.










sábado, 5 de enero de 2019

JVC. Thom Gunn. Traducción Pablo Queralt y Agustín Etchebarne.




Se concentro, como debería,
En el lenguaje apropiado a su pensamiento
Y consiguiendo todas las rimas correctas,
Ejercitando así el intelecto
En tal espacio, de tal manera,
Se concentró en la pasión.






jueves, 3 de enero de 2019

Al dueño muerto de un gimnasio. Thom Gunn. Traducción Pablo Queralt y Agustín Etchebarne.






Lo recordaré bien
La elegante decisión
A esa línea roja de azulejos
Como margen alrededor de las duchas
De tu gimnasio, Norman,
En el que tan gallardo un físico
Como el tuyo por varios años
Ganó músculo cada semana
Con más marcada definición
La muerte por otro lado
Es rígida y,
Finalmente como puede definir
Una ausencia con su línea de corte
Ay carece de clase.