martes, 14 de mayo de 2024

Un poema de Robert Creeley traduccion Pablo Queralt.


 

La muerte de Venus

Soñé sus proporciones sensuales

habían sufrido un cambio por el mar

 

Ella era una marsopa una

bestia marina surgiendo lucida de la niebla  

el sonido de las olas mato el habla

pero había gestos

 

de mi para llamarla más cerca

ella resopló y llenó sus pulmones de agua

 

 

luego se hundio hasta el fondo

y mirando hacia abajo claro como el cristal

la vi.

 

 


The death of Venus
Robert Creeley (1926-2005)

I dreamt her sensual proportions
had suffered sea-change,

that she was a porpoise, a
sea-beast rising lucid from the mist.

The sound of waves killed speech
but there were gestures—

of my own, it was to call her closer,
of hers, she snorted and filled her lungs with water,

then sank, to the bottom,
and looking down, clear it was, like crystal.

there I saw her.

 

lunes, 13 de mayo de 2024

Ann Cotten 1 poema traduccion Pablo Queralt.

 


FÚTBOL FUERA DEL ESPACIO

 

Ve y patea una Estrella fugaz

hace un sentimiento y tiralo lejos

patealo hasta el borde del verde

mientras se ven las locuras

mientras la golpean en la cara

con sus divertidos colores

toda una plétora de odio

intrigando en la puerta de entrada

como un monton informe de seguidores.

Pateala hasta que las estrellas sean flores

Ya no piensa en ti

tu eres el y el es tu.

 

 

Dame ley para un perro chino. Yo no.

Cuéntale tus cuentos a quien quieras

Mira las plantas de mis pies

Tengo una grieta donde no la tienes

Así que hare una

Ves este cuchillo en ti?

Tu sangre es mi vida

Porque tus pensamientos son mi muerte

No pensé esto

Lo llevé a cabo

Y lo siento

Te portaste tan mal.

 

 OUTA SPACE SOCCER

Go and kick a falling star
make a feeling throw him far
kick him to the edge of green
where the follies can be seen
as they hit him in the face
with their entertaining colours
a whole plethora of hate
scheming at the entrance gate
as a shapeless heap of followers.
Kick him till the stars are flowers,
he no longer thinks of you
you are he and he is you.


Give me law for chow? Not me.
Tell your tales to whom you will
Regard the soles of my feet
I have a crack where you have none
So I will make one
See this knife in you?
Your blood is my life
because your thoughts are my death
I did not think this up
I carried it out

and am sorry

you behaved so badly.

 

sábado, 4 de mayo de 2024

Campo se siervos. Charles Reznikoff. Traduccion Pablo Queralt.

 



 

Campo de siervos 1703

 

Antes del amanecer el ministro se despertó 

por el sonido de las hachas

rompiendo puertas y ventanas.

Corrió hacia la puerta:

una veintena de indios con la cara pintada

estaban entrando en la casa

clamorosos.

 

Tres indios se apoderaron de él,

y lo ataron mientras estaba de pie con su pijamas,

y comenzaron a disparar a la casa entrando en cada habitación.

Mientras yacía, atado e indefenso pensó en su esposa

y niños-su esposa

había dado a luz solo unos días antes-  

y recordó el pasaje de Isaías

Iré a las puertas de la tumba

privado del resto de mis años”.

 

Los indios se habían llevado a dos de sus hijos a la puerta

y los mataron

asi como a la mujer negra

que ayudó a cuidarlos;

manteniéndolo atado con la cuerda alrededor de un brazo

lo dejaron ponerse la ropa con el otro  

y dejar que su esposa se vista también,  

así como sus hijos que habían quedado vivos.

 

 

Cuando el sol estaba a una hora alta

todos fueron sacados de la casa

para el viaje de trescientas millas a Quebec

nieve hasta las rodillas.

Muchas de las casas ahora estaban en llamas;

y al salir del pueblo vio su casa y su granero en llamas.

 

Al principio, al ministro no se le permitió hablar con ninguno

de sus compañeros cautivos 

mientras marchaban,

pero al segundo día tenía a otro indio para vigilarlo

y se le permitió hablar con su esposa cuando la alcanzó

y podría caminar con ella y ayudarla.

Ella le dijo que estaba perdiendo fuerzas

y que debían esperar para partir

y que esperaba que Dios lo mantuviera vivo

y a sus hijos todavía entre los vivos-

pero ni una palabra de queja

diciendo que era la voluntad de Dios.

 

 

 

Cuando llegaron a un pequeño río

los cautivos tuvieron que vadearlo

con el agua hasta las rodillas

en la corriente veloz.

Después tuvieron que subir una colina,

casi una montaña,

y la fuerza del ministro casi se había agotado

cuando llegó a la parte superior

pero no se le permitió sentarse

incluso sin carga de su mochila.

 

 

Le rogó al indio a cargo de él dejarlo bajar

y ayudar a su esposa

pero el hombre no se lo permitió;

y preguntó a cada uno de los cautivos al pasar sobre ella:

y escuchó al fin que al atravesar el río ella se cayó

y se zambulló de cabeza al agua

y después de eso al pie de la colina

el indio que la mantuvo cautiva

la mató con un golpe de su hacha

y dejó el cuerpo como carne

para las aves y las bestias.   

Deerfield:1703

BY CHARLES REZNIKOFF

Before the break of day the minister was awakened

by the sound of hatchets

breaking open the door and windows.

He ran towards the door:

about twenty Indians with painted faces

were coming into the house

howling.

 

Three Indians took hold of him,

and bound him as he stood in his night-shirt,

and began to rifle the house going into every room.

As he lay, bound and helpless, he thought of his wife and

    children—

his wife had given birth only a few weeks before—

and he remembered the passage in Isaiah:

“I shall go to the gates of the grave

deprived of the rest of my years. . .”

 

The Indians had taken two of his children to the door

and killed them,

as well as the Negro woman

who helped take care of them;

keeping him bound with the cord about one arm,

they let him put on his clothes with the other;

and let his wife dress herself, too,

as well as their children left alive.

 

When the sun was an hour high

all were led out of the house

for the journey of three hundred miles to Quebec

snow up to their knees.

Many of the houses were now on fire;

and, as they left the town,

he saw his house and barn burning.

 

At first the minister was not allowed to speak to any of his

    fellow captives

as they marched,

but on the second day he had another Indian to watch him

and was allowed to speak with his wife when he overtook her

and could walk with her and help her along.

She told him that she was losing her strength

and they must expect to part

and she hoped that God would keep him alive and their children

    still among the living—

but not a word of complaint

saying that it was the will of God.

 

When they came to a small river

the captives had to wade it;

the water knee-deep

and the current swift.

After that they had to climb a hill,

almost a mountain,

and the minister’s strength was almost gone when he came to   

    the top;

but he was not allowed to sit down

and even unburdened of his pack.

 

He begged the Indian in charge of him

to let him go down and help his wife

but the man would not let him;

and he asked each of the captives as they passed

about her;

and heard at last that in going through the river

she fell

and plunged headfirst into the water;

and, after that, at the foot of the hill

the Indian who held her captive

killed her

with one stroke of his hatchet

and left the body   

as meat for the fowls and beasts.






 

 

 

viernes, 3 de mayo de 2024

Matthew Arnold un poema traduccion Pablo Queralt.

 


Cadmus y Harmonia. 

Lejos, lejos de aquí

El Adriático rompe en una cálida bahía

Entre las verdes colinas ilirias; y ahí

El sol en las cañadas felices, es hermoso

Y por el mar y en los frenos. 

La hierba es fresca, el aire del mar

Flotantes y frescas las flores de la montaña

Más virginales que las nuestras.

 

Y allí dicen dos serpientes brillantes y envejecidas

Que una vez fueron Cadmius y Harmonia,

Tomar el sol en las cañadas o en la cálida orilla del mar

En silencio sin aliento, después de todos sus males

Ni ven su país ni el lugar  

Donde la esfinge vivía en las colinas fruncidas

Ni el infeliz palacio de su raza

Ni Tebas ni el Ismeno nunca más.

 

Allí viven esos dos lejos de los frenos ilirios

Se habían quedado el tiempo suficiente para ver

En Tebas la ola de calamidad

Sobre sus propios queridos hijos rodaron

Maldición sobre maldición, dolor sobre dolor

Durante años se sentaron indefensos en su hogar

Un anciano gris y una mujer, todavía de antaño

Los dioses tuvieron que venir a su casamiento

Y en el banquete cantaron todas las musas.

 

 

 

 

Por eso no terminaron sus días

A la vista de la sangre pero fueron arrebatados lejos

Hacia donde juega el viento del oeste

Y vienen murmullos del Adriático

A esos prados de montañas vírgenes; y ahí

Colocados de forma segura en formas cambiadas, la pareja

Olvidó su primera vida triste y su hogar

Y todo ese dolor Tebano y extraviado

Por siempre a través de los valles placido y mudo.

 

 

 

Cadmus and Harmonia

BY MATTHEW ARNOLD

Far, far from here,

The Adriatic breaks in a warm bay

Among the green Illyrian hills; and there

The sunshine in the happy glens is fair,

And by the sea, and in the brakes.

The grass is cool, the sea-side air

Buoyant and fresh, the mountain flowers

More virginal and sweet than ours.

 

And there, they say, two bright and aged snakes,

Who once were Cadmus and Harmonia,

Bask in the glens or on the warm sea-shore,

In breathless quiet, after all their ills;

Nor do they see their country, nor the place

Where the Sphinx lived among the frowning hills,

Nor the unhappy palace of their race,

Nor Thebes, nor the Ismenus, any more.

 

There those two live, far in the Illyrian brakes!

They had stay'd long enough to see,

In Thebes, the billow of calamity

Over their own dear children roll'd,

Curse upon curse, pang upon pang,

For years, they sitting helpless in their home,

A grey old man and woman; yet of old

The Gods had to their marriage come,

And at the banquet all the Muses sang.

 

Therefore they did not end their days

In sight of blood, but were rapt, far away,

To where the west-wind plays,

And murmurs of the Adriatic come

To those untrodden mountain-lawns; and there

Placed safely in changed forms, the pair

Wholly forgot their first sad life, and home,

And all that Theban woe, and stray

For ever through the glens, placid and dumb.

 

 

miércoles, 1 de mayo de 2024

Paul Auster. Un poema traduccion Pablo Queralt.

 


Soñamos lo que no soñamos.

Nos despertamos en las horas del sueño

y dormimos en el silencio que se encuentra sobre nosotros.

El verano cumple su promesa al romperla.

 

 

 

 

We dream what we do not dream.

We wake in the hours of sleep

and sleep through the silence that stands over us.

Summer keeps its promise by breaking it.