viernes, 24 de noviembre de 2023

Ann Cotten La altra bilis traduccion Pablo Queralt.

 


La atra bilis

 

Una garra terrible me ha golpeado

vive en la alfombra de cuadros

no me preguntes no se lo que es

pero lo es un atrio una maquina negra

hay palabras que se encogen

al borde de los cigarrillos

agradable ya no

pero terrible el casco

en el templo al borde de otra cosa

menos de lo que he estado hacia adelante

cuando los cierro

una clave para lo que no quiero saber

 a las 4 en la noche en una lluvia oscura

y dejo colgando en el cielo

 a la madrugada y los chicos

rien de las hojas de naturaleza plana

no creo una sola palabra agarran la arena

de los adoquines terrible puro horror

en mis dos habitaciones desde mis uñas

perdido hinchado por una costra blanquecina

convertido para atornillar en una noche inescrutable.

 

 

 

The atra biles

 

A terrible claw has hit me
it lives in the picture carpet
don't ask me I don't know
what it is but it is
atrum
a black machine
there are fewer
words they shrink
at the edge of cigarettes
nice no longer but terrible
the hoof at the temple
the brink of something else
less than I've ever been
over forward when I close them
a key to what I don't want
to know at four at night in a dark rain
and left over hanging in the sky
in the early morning and children
laugh the leaves flat nature
I don't believe a single word
grab the grit from the cobblestones
regne terrible pure horror in both my
rooms since my nails every one of them
lost swelled up with a whitish crust, turned
to screws in one inscrutable night

sábado, 18 de noviembre de 2023

3 poemas de Thom Gunn. Traduccion Pablo Queralt.

 


Capuchina

 

 

Nacido en un lote de residuos amargos

Trabajaste hasta la luz,

Agrupando la fuerza que tenías

Y quedándote fuera de vista

A través de un agujero de nudo por fin,

Para salir al sol

Como sin un pasado

Terminado con ello, recomenzado.

 

Ahora en la cerca del lado de la calle

Tomás algunas verdes vueltas,

Se vuelven ágiles en la indiferencia

Antes de que las primeras flores se quemen.

De la pobreza  la prisión

Y la desnutrición

Un pródigo se ha alzado,

El gasto propio, nunca gastado.

 

Concha amarilla irregular

Y espolón inclinado detrás

No rara, pero hermosa

- belleza callejera- a medida que te enroscas

Y saltas, agarre tras agarre,

Un fugitivo de oro

Todavía corriendo, esparciendo oro

De lado a lado todo el día.

 

 

Patineta

 

Cabeza de remolque en su patineta

hila a través de una multitud

de pies y caras retrasadas

hacia a una lenta estupidez.

Dardos, dobles, giros.

Te das cuenta de lo ágilmente

que el cuerpo ha aprendido

a evaluar la relación entre la tabla,

los peatones y la cerca inmediata.

Emblema. Emblema de la moda.

Vistiendo el blanco sucio

en el alboroto tan delicado

como las cortinas que caen

sobre un santo renacentista

dandy.

Cadena alrededor de su cintura.

Una mano enguantada.

El pelo teñido para mostrar que está teñido,

llama pálida espigando del combustible.

Cabeza de remolque en patineta

perfeccionándose :

emblema extraordinario

de lo ordinario.

 

En la cara sin sexo

ojos inocentes de sentimiento

por tanto sugieren el espíritu.

 



*

Fuera del comedor

 

 

Fuera de la basura fuera del comedor

él lame los diferentes sabores

de papel grasiento como un perro

y luego a diferencia de un perro

se come el papel también.

 

Los tiempos son

una convivencia letárgica,

ya que se sientan alrededor

de un lote de residuos que pasa por el moscatel

que calienta a cada uno en su vaina amarga

llevada tanto tiempo que el olor

es complejo, con reminiscencias

de la cocción de alimentos o heces. 

 

 

En ocasiones esta  

la clínica de desintoxicación, en ocasiones

cuando lo duerme a través del asiento trasero

de un auto con cuatro llantas desinfladas,

suela ennegrecida y talón atascado

contra las ventanas laterales,

cara barbuda cegada por el sueño

se volvió hacia la luz.

Otro yace en el asiento delantero.

 

Una mala hierba,

Scraggle no deseado tufo

Con desagradable amarillento,

Persiste entre los adoquines

Al margen de la rejilla

Barbuda se volvió hacia la luz.